Dormir es esencial para nuestra salud, tanto física como mental, y sus beneficios son invaluables. Sin embargo, un estudio genético liderado por investigadores de la University College London (UCL) ha arrojado luz sobre los riesgos de no dormir lo suficiente.
Según los hallazgos, dormir menos de cinco horas de forma habitual puede aumentar las posibilidades de desarrollar síntomas depresivos. Esta advertencia proviene de un análisis de datos genéticos y de salud de más de 7,000 participantes de un estudio a largo plazo en Inglaterra, lo que hace que estos resultados sean altamente relevantes a nivel nacional.
El Estudio Longitudinal Inglés sobre el Envejecimiento (ELSA) proporcionó los datos para esta investigación, que contó con la participación de hombres y mujeres con una edad promedio de 65 años.
Los resultados, publicados en la revista Translational Psychiatry, establecieron una conexión significativa entre la falta de sueño y la aparición de síntomas depresivos en un plazo de cuatro a doce años. Sin embargo, se ha aclarado que esta relación no es recíproca; la predisposición genética a la depresión no implica necesariamente una tendencia a dormir poco.
Los científicos llevaron a cabo este estudio analizando la predisposición genética de los participantes, utilizando datos previos que habían identificado variantes genéticas relacionadas tanto con la depresión como con la duración del sueño.
La autora del estudio, Odessa S. Hamilton, señaló que "hemos estado atrapados en un dilema, preguntándonos si la duración inadecuada del sueño es la causa o el efecto de la depresión (...). Utilizando la susceptibilidad genética a la enfermedad, hemos determinado que es probable que el sueño anteceda a los síntomas depresivos en lugar de lo contrario".
Además, el profesor Andrew Steptoe, quien también participó en la investigación, destacó que el sueño inadecuado y la depresión tienden a aumentar con la edad, lo que subraya la importancia de comprender el mecanismo que conecta estos dos fenómenos.
Este estudio también arrojó luz sobre el vínculo entre dormir en exceso y la depresión. Aquellos participantes que dormían más de nueve horas al día tenían 1.5 veces más probabilidades de desarrollar síntomas depresivos en comparación con aquellos que dormían siete horas por noche.
En última instancia, este estudio sienta las bases para futuras investigaciones relacionadas con el sueño y la salud mental. Cada vez se le da más importancia a la necesidad de establecer hábitos de sueño saludables para evitar consecuencias negativas en el futuro.
La cantidad de sueño que una persona necesita puede variar, pero es vital priorizar el sueño y mantener un horario regular para promover una buena salud en general. Estos hallazgos subrayan la importancia de tomar en serio la calidad y cantidad de sueño que obtenemos para preservar nuestra salud mental y emocional.
