El queso americano es un elemento emblemático en la cocina contemporánea, perfecto para enriquecer sándwiches, hamburguesas o sincronizadas.
No obstante, no todos los productos etiquetados como "queso americano" cumplen con las características de un queso auténtico. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) brinda información clave para diferenciar entre un queso original y uno de imitación.
El origen del queso americano
Hace 109 años, los suizos Walter Gerber y Fritz Stettler innovaron accidentalmente mientras intentaban mejorar la consistencia de la sopa de queso emmental. Al añadir citrato de sodio, lograron un queso con textura uniforme, color atractivo y mayor durabilidad. Este invento, conocido como queso americano, alcanzó su auge en popularidad durante los años 50.
Características del queso americano auténtico
De acuerdo con Profeco, un queso americano original debe tener:
- 100% leche: Elaborado únicamente con cuajada de leche, sin grasas vegetales ni almidones.
- Equilibrio proteico: Una proporción similar entre caseína y proteínas de suero, comparable a la de la leche natural.
- Ingredientes tradicionales: Compuesto por leche, sal y sales fundentes, sin sustitutos como almidones o aceites vegetales.
Imitaciones y productos procesados: ¿Qué evitar?
- Imitaciones: Contienen almidones, grasas vegetales y un menor contenido proteico, reemplazando ingredientes lácteos con alternativas económicas.
- Quesos procesados: Incluyen caseína, leche en polvo, colorantes y conservadores, lo que afecta su valor nutricional y sabor.
Recomendaciones para elegir un queso americano de calidad
- Verifica la etiqueta: Asegúrate de que la cuajada de leche sea el ingrediente principal.
- Evita aceites o almidones: Estos son señales de productos de menor calidad.
- Busca certificaciones: Opta por marcas que cumplan con procesos tradicionales y cuenten con sellos de calidad.
Elegir un queso americano auténtico no solo enriquece tus recetas, sino que también protege tu salud. Gracias a estos consejos de Profeco, podrás distinguir entre un producto genuino y uno de menor calidad.