Mientras las compañías y el entorno global intentan ajustarse a las políticas económicas impulsadas por Donald Trump, surge una nueva preocupación: el creciente rechazo hacia las marcas estadounidenses en el extranjero.
En lo que respecta a las cadenas de comida rápida, el impacto de posibles aranceles a las importaciones de insumos es relativamente bajo, ya que muchos ingredientes se producen localmente y la mayoría de las importaciones desde México y Canadá están protegidas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). No obstante, empresas como McDonald’s, Starbucks, Domino’s y Yum! Brands operan en múltiples países, lo que podría representar un riesgo si los consumidores internacionales comienzan a tomar distancia, advirtió Peter Saleh, analista de BTIG.
“El verdadero problema podría ser el rechazo hacia las marcas estadounidenses o occidentales en ciertos países... habrá que esperar a los próximos reportes de las empresas para saber si ya están percibiendo este efecto”, comentó Saleh a Yahoo Finanzas.
Goldman Sachs estima que los boicots internacionales podrían afectar al producto interno bruto de Estados Unidos entre un 0.1 % y un 0.3 % este año, lo que equivaldría a una pérdida de entre 28 mil y 83 mil millones de dólares.
Las grandes cadenas de comida rápida apenas comenzaban a recuperarse en sus operaciones internacionales tras los estragos de la pandemia. En países como China, las estrictas medidas sanitarias de la política de “cero COVID” duraron tres años, superando ampliamente a las restricciones aplicadas en Estados Unidos, lo que afectó significativamente sus ingresos fuera del país.
Una recuperación aún desigual
Durante el trimestre anterior, McDonald’s logró un aumento del 0.4 % en sus ventas globales en tiendas ya establecidas, superando las expectativas de Wall Street, que pronosticaban una caída del 0.91 %. Sin embargo, en Estados Unidos sus ventas disminuyeron un 1.4 % respecto al año anterior, debido a un brote de E. coli que afectó negativamente el rendimiento al cierre de octubre.
En el extranjero, sus operaciones directas mostraron una mejora, especialmente en Medio Oriente, donde se observó una recuperación tras la reducción del impacto del conflicto en Israel. También se destacaron avances en Japón y signos positivos de estabilización en China, según el director financiero Ian Borden.
Por su parte, Starbucks sigue enfrentando dificultades para reactivar su negocio internacional. En el primer trimestre, sus ventas totales en tiendas cayeron un 4 % respecto al mismo periodo del año anterior. Las ventas internacionales también se redujeron un 4 %, mientras que en China el descenso fue del 6 %.