La inteligencia artificial (IA) podría ser utilizada algún día para diagnosticar estas afecciones, según un reciente estudio.
Investigadores informaron en Annals of Internal Medicine que los programas de IA parecen superar a los médicos humanos en la atención de urgencias. Un sistema de IA médica estuvo de acuerdo con las decisiones clínicas de los médicos humanos en aproximadamente dos tercios de los casos, según una prueba cara a cara. En el tercio restante, las recomendaciones de la IA fueron calificadas como superiores a las de los médicos humanos el doble de veces.
"Las recomendaciones de diagnóstico y manejo de la IA fueron más frecuentemente consideradas óptimas en comparación con las de los médicos, y menos propensas a ser calificadas como potencialmente dañinas", indicaron los investigadores, liderados por Dan Zeltzer, profesor asociado de economía en la Universidad de Tel Aviv, Israel.
El estudio concluye que, si se implementa de manera responsable bajo la supervisión de médicos, la IA podría mejorar la atención al paciente al proporcionar una segunda opinión instantánea.
Para el estudio, los investigadores pidieron a un programa de IA y a médicos humanos que revisaran 461 visitas reales de atención primaria relacionadas con afecciones urinarias, vaginales, respiratorias, oculares y dentales. La IA fue entrenada con una gran cantidad de datos de alta calidad, mucho más allá de lo que un médico vería en su carrera.
Cuatro médicos expertos en medicina familiar, interna y de urgencias compararon las evaluaciones de la IA con las de los médicos para determinar cuál brindaba las mejores recomendaciones clínicas. En la mayoría de los casos, las decisiones de la IA coincidieron con las de los médicos humanos. Sin embargo, cuando hubo desacuerdo, los evaluadores calificaron más frecuentemente a la IA como la opción superior.
La IA también recibió la mitad de las calificaciones potencialmente dañinas en comparación con los médicos humanos. Esto puede deberse a que la IA sigue directrices médicas de manera más rigurosa y puede detectar detalles sutiles o notas en los expedientes médicos que los médicos pueden pasar por alto.
A pesar de esto, los médicos tienen la ventaja de poder hacer preguntas de seguimiento para aclarar los síntomas de un paciente, algo que la IA no puede hacer en una consulta directa. No obstante, los investigadores señalaron que la IA, al igual que los médicos, es cautelosa, y si no confía en su recomendación, no la ofrece.
En un 20% de los casos, la IA no dio una recomendación debido a esta precaución. El Dr. Jerome Kassirer, profesor de medicina en la Universidad de Tufts, sugirió en un editorial que los médicos deberían usar programas de IA primero para confirmar sus propios diagnósticos. Si la recomendación de la IA no concuerda con su juicio, los médicos deberían investigar las discrepancias, lo que podría ayudar a mejorar la herramienta.