La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. podría transferir pronto las inspecciones rutinarias de seguridad alimentaria a las autoridades estatales y locales, según informaron varios funcionarios federales de salud a CBS News.
Estos cambios no son definitivos y necesitarían la aprobación y el financiamiento del Congreso. Algunos empleados de la FDA han discutido esta transferencia durante años, con el objetivo de liberar al personal federal para enfocarse en inspecciones de mayor calidad o en el extranjero.
Un portavoz de la FDA aclaró que la agencia no está suspendiendo las inspecciones rutinarias de seguridad alimentaria, sino que trabaja activamente para asegurar la continuidad de las operaciones durante este proceso de reorganización. Además, se comprometió a seguir garantizando que los programas esenciales y las inspecciones continúen.
La FDA ya tiene acuerdos con 43 estados y Puerto Rico para llevar a cabo algunas inspecciones rutinarias. De hecho, los estados se encargan de aproximadamente un tercio de estas inspecciones, según un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
Un exfuncionario de la FDA que participó en los planes antes de dejar la agencia expresó a CBS News que duplicar el trabajo de los estados no tiene sentido, ya que aún queda mucho por hacer.
La FDA es responsable de supervisar la seguridad de productos como alimentos envasados, mariscos, huevos y frutas y verduras, mientras que algunos productos cárnicos son gestionados por el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA). Según el plan provisional, algunas inspecciones de mayor riesgo seguirían siendo realizadas por la FDA, como las de los fabricantes de fórmula infantil y las instalaciones de alimentos extranjeros.
No se ha especificado qué sucederá en los estados sin contratos de inspección, como Hawái y Delaware. Además de las inspecciones rutinarias, la FDA también investiga problemas alimentarios, como el caso de un brote de E. coli relacionado con un procesador de cebollas de Colorado el año pasado.
La idea de transferir las inspecciones a los estados surgió después de la aprobación de leyes de seguridad alimentaria en 2010. Algunos estados y expertos han argumentado que los estados pueden realizar las inspecciones a menor costo, cumpliendo con los mismos estándares.
Steve Mandernach, director ejecutivo de la Asociación de Funcionarios de Alimentos y Medicamentos, explicó que las auditorías de la FDA han demostrado que las inspecciones realizadas por los estados son de alta calidad y representan un buen valor económico, además de reducir los costos de gestionar dos sistemas distintos.
Mandernach comparó este cambio con el modelo utilizado por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, que dependen de los estados para inspeccionar hospitales y hogares de ancianos mientras mantienen la supervisión federal. Este modelo también funciona para las granjas de frutas y verduras, y muchos estados se encargan de las inspecciones a través de los departamentos de agricultura locales.
La FDA ha experimentado retrasos en las inspecciones internacionales y en áreas como los productos médicos. La delegación de inspecciones rutinarias a los estados podría ayudar a aliviar esos retrasos.
Recientemente, la FDA despidió a una parte considerable de su personal de apoyo y podría contratar contratistas externos para cubrir el vacío. Sin embargo, Thomas Gremillion, director de política alimentaria de la Federación de Consumidores de EE. UU., advirtió que este cambio, aunque podría mejorar la seguridad alimentaria, requeriría tiempo y recursos para implementarlo de manera segura.
Gremillion también expresó su preocupación de que la administración actual ha manejado las políticas de manera imprudente, lo que podría afectar negativamente la detección y prevención de enfermedades transmitidas por alimentos.