Aunque se ha sugerido que el vino tinto podría ofrecer protección contra el cáncer debido a su contenido de resveratrol, un antioxidante antiinflamatorio, no hay evidencia concluyente que respalde esta afirmación, según una nueva revisión de estudios.
Los investigadores señalaron que, tanto el vino tinto como el blanco no parecen aumentar el riesgo general de cáncer. Esta conclusión se extrajo tras un metanálisis de 42 estudios con casi 96,000 participantes, publicado en la revista Nutrients.
El resveratrol, el antioxidante presente en mayor cantidad en el vino tinto, podría no tener un efecto protector contra el cáncer, ya que el cuerpo lo metaboliza rápidamente, eliminando casi el 75% a través de heces y orina, explicaron los investigadores.
Riesgos específicos según el tipo de vino
Aunque no se encontró un vínculo claro entre el vino y el riesgo general de cáncer, se detectaron aumentos específicos en ciertos riesgos. Por ejemplo, el consumo de vino blanco estuvo relacionado con un aumento del 22% en el riesgo de cáncer de piel, en comparación con el vino tinto. Los investigadores sugirieron que este vínculo podría estar relacionado con comportamientos de riesgo como el bronceado en interiores o la falta de protector solar.
Además, se encontró una asociación más fuerte entre el consumo de vino blanco y un mayor riesgo general de cáncer en mujeres.
El alcohol y el riesgo de cáncer
Aunque no se encontró que el vino tinto sea más beneficioso que el vino blanco en términos de riesgo de cáncer, los investigadores señalaron que el alcohol en sí mismo contribuye al riesgo de cáncer. El etanol presente en las bebidas alcohólicas se descompone en compuestos que dañan el ADN y las proteínas del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de cáncer.
En 2020, se asoció el consumo excesivo de alcohol con más de 740,000 casos de cáncer a nivel mundial, lo que representa alrededor del 4% de todos los casos de cáncer.
Conclusión
El mensaje principal de este estudio es que beber vino tinto no necesariamente reduce el riesgo de cáncer en comparación con el vino blanco. Ambos tipos de vino pueden presentar riesgos, especialmente si se consumen en exceso.