En el ámbito médico, pocas historias resultan tan asombrosas como la de la osteo-odonto queratoprótesis (OOKP), también conocida como la "cirugía de diente en ojo".
Este innovador procedimiento, que ha permitido recuperar la vista de personas ciegas en diferentes partes del mundo, llegó recientemente a Canadá, donde tres pacientes se sometieron a esta intervención revolucionaria. La CBC reportó los detalles de esta técnica única, que fusiona la odontología con la oftalmología de manera inesperada.
La OOKP consiste en insertar un lente de plástico dentro de un diente del paciente para crear una nueva córnea funcional. La intervención se realiza en dos fases: en la primera, se extrae un diente, generalmente un canino, se remodela y se coloca en su interior un lente óptico de plástico. Luego, este diente modificado se implanta temporalmente en la mejilla del paciente durante tres meses para permitir que desarrolle el tejido necesario para su soporte. En la segunda fase, el diente se extrae de la mejilla y se cose al ojo, creando lo que se conoce como "ojo rosa" con un pequeño círculo negro, a través del cual el paciente puede recuperar la visión.
El doctor Greg Moloney, oftalmólogo y cirujano del Hospital Mount Saint Joseph en Vancouver, fue el encargado de realizar las primeras tres cirugías de este tipo en Canadá. Destaca que los dientes, debido a su dentina, un tejido altamente resistente, son ideales para sostener el lente óptico y adaptarse al ojo sin ser rechazados por el cuerpo.
Este procedimiento está indicado para personas con ceguera corneal severa causada por cicatrices en la conjuntiva, quemaduras químicas o enfermedades autoinmunes. Sin embargo, no todos los pacientes ciegos son aptos; se requiere que la retina y los nervios ópticos estén en buen estado.
Gail Lane, de 74 años, es una de las primeras pacientes en someterse a esta cirugía en Canadá. Ella perdió la vista hace diez años y expresó su esperanza: “Sueño con recuperar la vista para ver cosas maravillosas nuevamente”. Otro caso destacado es el de Brent Chapman, un hombre de 33 años que quedó ciego debido a una rara reacción autoinmune conocida como síndrome de Stevens-Johnson. Para él, este procedimiento representa su única oportunidad de recuperar la vista que perdió siendo adolescente.