La Cuaresma es un periodo litúrgico en el que, especialmente entre los fieles católicos, se evitan carnes rojas en favor de pescados y mariscos. En 2025, este tiempo comienza el miércoles 5 de marzo, con el Miércoles de Ceniza, y culmina el jueves 17 de abril, previo al Triduo Pascual. Durante este tiempo, los viernes se destinan a la abstinencia de carne, lo que genera un notable incremento en la demanda de productos del mar.
Sin embargo, esta alta demanda viene acompañada de prácticas fraudulentas, como la venta de especies más baratas bajo el nombre de pescados costosos, o la comercialización de productos que han perdido frescura. Para ayudarte a identificar si estás comprando productos realmente frescos, aquí te dejamos 10 consejos clave:
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Ojos claros y saltones
Los ojos del pescado deben ser brillantes, claros y ligeramente saltones. Si están opacos o hundidos, es señal de que el pescado ha estado almacenado por varios días y ha perdido calidad.
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Branquias de color rojo brillante
Las branquias de un pescado fresco deben tener un color rojo intenso o rosado. Si se ven marrones, grisáceas o con mucosidad, es señal de que el pescado está descomponiéndose.
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Aroma fresco, no a amoníaco
El pescado y los mariscos deben tener un olor fresco, propio del mar. Si percibes un fuerte olor a amoníaco o a podrido, es mejor evitar su compra, ya que esto indica descomposición.
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Piel y escamas firmes
La piel del pescado debe estar húmeda y brillante, sin partes secas ni descoloridas. Las escamas deben estar firmemente adheridas, no deben desprenderse fácilmente.
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Carne firme y elástica
Cuando presionas la carne del pescado, esta debe regresar rápidamente a su forma original. Si la huella de tu dedo permanece, el pescado ha perdido frescura.
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Mariscos vivos y activos
Las almejas, mejillones y ostiones deben reaccionar al contacto. Si las conchas se cierran al tocarlas, es una señal de que están vivos y frescos. Si permanecen abiertas, es mejor no comprarlos.
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Antenas y patas completas en crustáceos
Para camarones, langostas y cangrejos, verifica que sus patas y antenas estén completas y en buen estado, sin signos de deshidratación. Además, deben mostrar un color brillante sin manchas oscuras.
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Agua de conservación limpia
Si compras mariscos que están conservados en agua, asegúrate de que esta esté clara y sin residuos. El agua turbia o espumosa indica que los productos ya no están frescos.
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Color uniforme en los filetes
Al comprar pescado fileteado, asegúrate de que la carne tenga un color uniforme, sin bordes secos ni manchas oscuras. Los pescados blancos deben tener carne translúcida, mientras que los rojos, como el atún, deben ser vibrantes y sin tonos marrones.
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Evita el fraude de especies
Algunas especies económicas se venden como pescados más caros. Por ejemplo, la basa puede ser comercializada como mero, y el pez escolar como robalo. Compra siempre en mercados confiables y verifica las características del producto.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de un pescado y marisco frescos y de calidad durante toda la Cuaresma, evitando fraudes y garantizando una compra segura.