En una emotiva gira de agradecimiento por el estado de Guanajuato, Xóchitl Gálvez expresó su profunda gratitud por las oraciones y el apoyo recibido durante la campaña electoral.
"Gracias a Dios acabó la campaña y sigo viva", manifestó con alivio la senadora, recordando los momentos difíciles y peligrosos que vivió. Tras la derrota electoral del 2 de junio, Gálvez confesó haber pasado una semana de tristeza en compañía de su familia. Sin embargo, pidió a sus seguidores, cariñosamente llamados “Xóchitl-lovers”, superar el dolor y enfocarse en el trabajo. “No se queden con ese dolor, ¡hay que superarlo!”, les instó.
La senadora recordó con pesar a los candidatos que fueron asesinados durante la campaña. "Después de todo lo que yo viví de agresión, lo único que quería el 3 de junio era tener a mi familia completa", expresó. Mencionó el caso de Alfredo Cabrera, asesinado en el cierre de su campaña, y Noé Ramos, quien también fue víctima de violencia. "Uno aquí se estaba jugando la vida", subrayó.
Gálvez también se refirió a la impugnación presentada ante el Tribunal Electoral, aunque admitió tener pocas esperanzas en el proceso. "Honestamente, el tribunal no hizo nada durante la elección, yo no le veo ganas de poder hacer nada", lamentó. A pesar de esto, enfatizó la importancia de trabajar en la generación de conciencia sobre los derechos de los ciudadanos. La ex candidata reconoció la diferencia de 19 millones de votos entre ella y Claudia Sheinbaum, aceptando la derrota con dignidad. "Tenemos que aprender a perder, aunque nos duela que nos hicieron trampa", dijo, recordando que, a pesar de las irregularidades, el resultado es irreversible.
Finalmente, Gálvez animó a sus simpatizantes a seguir adelante y a no quedarse lamentando. "En esta democracia se debe aprender a perder y seguir luchando por nuestros derechos", concluyó.
