En el centro de Massachusetts, la paz nocturna ha sido interrumpida por un brote de encefalitis equina oriental (EEE), una enfermedad rara y peligrosa transmitida por mosquitos.
Este virus, aunque poco común, es grave y ha llevado a cuatro ciudades del estado—Douglas, Sutton, Webster y Oxford— a implementar un toque de queda voluntario, instando a sus habitantes a permanecer en casa durante la noche para reducir el riesgo de infección.
El 16 de agosto, el Departamento de Salud Pública de Massachusetts alertó sobre el primer caso humano de EEE desde 2020, cuando cinco personas contrajeron el virus en el estado, resultando en una muerte. El caso reciente afecta a un hombre de aproximadamente 80 años del condado de Worcester. Aunque no se han divulgado detalles sobre la infección ni el estado del paciente, el incidente ha llevado a una rápida respuesta de las autoridades.
La encefalitis equina oriental es una enfermedad grave pero poco frecuente. Se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados y puede causar fiebre alta, rigidez en el cuello, dolor de cabeza y fatiga severa entre 5 y 10 días después de la picadura. La enfermedad puede provocar inflamación cerebral, con riesgos de daños neurológicos graves o incluso la muerte.
Dado que no existen vacunas ni tratamientos específicos para la EEE, las medidas preventivas son cruciales. En 2019, Massachusetts enfrentó un brote con doce casos confirmados, de los cuales seis resultaron fatales, subrayando la importancia de seguir las recomendaciones actuales.
Las cuatro ciudades en riesgo han sido declaradas de "alto riesgo". Las autoridades locales han aconsejado evitar actividades al aire libre desde el atardecer hasta el amanecer, cuando los mosquitos están más activos. Los residentes deben terminar todas las actividades exteriores antes de las 6 p.m., y se recomienda adelantar esto a las 5 p.m. conforme se acerque septiembre y las temperaturas bajen.
En Oxford, el toque de queda es más estricto, limitando el uso de instalaciones municipales después de las 6 p.m. y requiriendo prueba de seguro y firma de un formulario de exención para utilizar estos espacios.
Se recomienda el uso de repelentes de insectos y ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, así como la reparación de mosquiteros en ventanas y la eliminación de objetos que acumulen agua, como cubos y llantas, ya que el agua estancada favorece la reproducción de mosquitos.
Aunque no se han impuesto medidas coercitivas para asegurar el cumplimiento de estas recomendaciones, se espera que la conciencia y la responsabilidad comunitaria ayuden a mitigar el riesgo.
A nivel nacional, la EEE es extremadamente rara, con un promedio de solo 11 casos al año, principalmente en la costa este y el Golfo de México. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad es alta, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que las personas infectadas, especialmente mayores de 50 años y menores de 15, tienen un alto riesgo de complicaciones graves. Los sobrevivientes pueden enfrentar secuelas físicas o mentales duraderas, como trastornos intelectuales, parálisis y disfunciones neurológicas severas, que afectan considerablemente su calidad de vida y requieren cuidados a largo plazo.