La Jurisdicción Sanitaria Uno emerge como un bastión fundamental en el entramado social y gubernamental, así lo afirmó el jefe de esta dependencia, Julio Garibaldi Zapatero.
Su llegada al frente de la jurisdicción fue precedida por un periodo de incertidumbre, marcado por la ausencia de liderazgo durante dos meses. No obstante, al asumir su cargo, Garibaldi Zapatero se encontró con una grata sorpresa: todos los programas continuaban operando, demostrando la resiliencia y el compromiso del equipo médico.
Programa. "Es reconfortante encontrar que el negocio siguió funcionando", expresó Garibaldi Zapatero, destacando el esfuerzo y la dedicación del personal, quienes mantuvieron en marcha los programas a pesar de la ausencia física del anterior jefe, el doctor Moscoso. En cuanto al proceso, la Jurisdicción Sanitaria Uno despliega su labor en dos niveles de atención: el primero, orientado hacia la prevención, promoción y atención médica primaria, se materializa a través de consultorios ubicados estratégicamente en diversos municipios, incluyendo Guerrero, Hidalgo, Villa Unión, Nava, Allende y Piedras Negras. En estos espacios, médicos comprometidos se encargan de garantizar la atención médica, supervisar el abastecimiento de medicamentos y asegurar la disponibilidad de insumos necesarios para la atención integral de los pacientes. El segundo nivel de atención incluye centros especializados como el Cecosama y la Uneme, así como hospitales ubicados en Allende y Piedras Negras, todos ellos integrados en la red de la Jurisdicción Sanitaria Uno. Garibaldi Zapatero resaltó que la labor de esta jurisdicción trasciende las fronteras municipales, ya que no solo atiende a la población local, sino que también recibe a personas de otros municipios cercanos como Múzquiz y Sabinas.
