Un oficial encargado de la escolta del primer ministro británico, Rishi Sunak, y un candidato del Partido Conservador están bajo sospecha de haber participado en apuestas fraudulentas relacionadas con la fecha de las próximas elecciones, según diversas fuentes.
El primer ministro Sunak expresó su "terrible enojo" al conocer las investigaciones de la Comisión de Juego en un programa de televisión el jueves por la noche. La Policía Metropolitana de Londres informó que la Comisión de Juego, el organismo oficial encargado de regular e investigar las apuestas, les notificó sobre la investigación a un oficial del equipo de seguridad de Sunak. La comisión ya estaba investigando a un candidato conservador que había servido como asistente ministerial de Sunak por haber apostado sobre la fecha de las elecciones, finalmente fijadas para el 4 de julio.
La BBC informó que otro candidato del Partido Conservador también está bajo investigación por apuestas similares. Sunak sorprendió al anunciar las elecciones para el 4 de julio el pasado 22 de mayo, cuando se especulaba que serían en el segundo semestre del año. La Comisión de Juego debe determinar si algunas personas tenían información privilegiada sobre la fecha de las elecciones.
El escolta de Sunak fue detenido y luego puesto en libertad condicional. La semana pasada, Craig Williams, un diputado conservador y consejero de Sunak, fue investigado por apostar 100 libras (127 dólares) tres días antes del anuncio oficial de las elecciones. La BBC también informó que Laura Sanders, otra candidata conservadora y esposa del director de campaña del partido, Tony Lee, está siendo investigada por la Comisión de Juego. Tony Lee, bajo sospecha, inició una baja laboral en plena campaña electoral, según anunció el Partido Laborista.El líder laborista, Keir Starmer, favorito para suceder a Sunak en Downing Street, pidió que se tomen medidas inmediatas.
"El gobierno y Rishi Sunak deben actuar y rendir cuentas sobre quién sabía qué", dijo Starmer.
Sunak, en un programa de la BBC el jueves, afirmó sentirse "terriblemente enojado" por las acusaciones. "Si se descubre que alguien ha infringido las reglas, no sólo afrontará las consecuencias de la ley, sino que me aseguraré de que sea expulsado del partido", añadió. A dos semanas de las elecciones, dos nuevos sondeos publicados el miércoles predijeron una victoria histórica para los laboristas, lo que pondría fin a catorce años de gobiernos conservadores.
