Durante los días 22 y 23, han perecido cientos de personas extranjeras en la frontera entre Texas y Coahuila en busca del 'Sueño Americano', en una crisis que ha perturbado la tranquilidad de los habitantes fronterizos.
En los últimos tres años, la crisis migratoria ha impactado la bulliciosa vida en la frontera de Coahuila y Texas, con miles de extranjeros provenientes de lugares tan remotos como África y Rusia.
Se les ha visto caminando sobre carreteras calcinantes bajo temperaturas de 40 grados, durmiendo a la intemperie y, lo que es peor, se han registrado cientos de decesos, muchos de los cuales han sido enviados a fosas comunes.
Interrupciones. Su presencia en Piedras Negras y luego en Eagle Pass ha generado graves problemas económicos, incluyendo el cierre de puentes ferroviarios, la interrupción del comercio exterior y retrasos en la entrega de productos en Estados Unidos, culminando con el cierre del Puente Internacional Uno, lo que ha afectado al comercio. En medio de este caos, se han producido dos invasiones significativas: una de 8 mil haitianos y otra de 7 mil venezolanos, quienes cruzaron el río y se instalaron debajo de los puentes y en refugios temporales en el lado estadounidense. Carlos García, un transportista, narra que "ellos buscan una mejor vida, pero destruyen la de otros a su paso".
Los años recientes han sido mortales. En 2022 se registraron 228 fallecimientos de personas extranjeras y nacionales debido a accidentes, enfermedades y, en gran medida, por asfixia por sumersión en el Río Bravo.
Las autoridades de Eagle Pass reportaron 127 muertes, mientras que en Piedras Negras se contabilizaron 101. En 2023, el número de decesos ascendió a 210, incluyendo a muchas familias enteras. Rescatar cuerpos se convirtió en una tarea desafiante, como el caso de recuperar cuatro cuerpos en un solo día. En los primeros 57 días de 2024, se han registrado 45 fallecimientos de migrantes en ambos lados de la frontera, con dos cuerpos recuperados recientemente, presuntamente de una pareja guatemalteca desaparecida bajo las aguas del río.
Campamento. Las invasiones en Texas han sido igualmente impactantes. En 2021, más de 10 mil migrantes haitianos cruzaron a Texas desde Acuña y se establecieron bajo el Puente Internacional en un campamento improvisado. En 2023, más de 8 mil migrantes venezolanos cruzaron por Piedras Negras hacia Eagle Pass y fueron asegurados por la Patrulla Fronteriza debajo del Puente Dos.
Señalamiento. Los esfuerzos para disuadir la migración mediante señalamientos a lo largo del Río Bravo no han tenido éxito. A pesar de advertencias sobre cocodrilos y el riesgo de vida, miles han continuado buscando el "Sueño Americano", con resultados a veces trágicos. Los datos son alarmantes. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reporta 1,148 casos de migrantes fallecidos o desaparecidos, una cifra menor que en años anteriores, pero que sigue siendo preocupante. Desde 2014, se han reportado un total de 8,847 migrantes desaparecidos o fallecidos en el norte. américa, Centroamérica, Suramérica y el Caribe. En medio de estas tragedias y desafíos, queda claro que la crisis migratoria en la frontera entre Coahuila y Texas es un problema complejo y urgente que requiere la atención y la acción coordinada de las autoridades locales, nacionales e internacionales. Es fundamental abordar las causas subyacentes de la migración, proteger los derechos humanos de los migrantes y trabajar en conjunto para encontrar soluciones sostenibles que aborden tanto las necesidades de los migrantes como las preocupaciones de las comunidades receptoras.
