Se remonta a 500 años cuando fue bautizado por expedicionarios españoles como 'Río Tiguex', uno de sus seis nombres; ha sido mudo testigo de una migración que lo cruza en busca de una mejor vida.
El Río Bravo brota de la tierra de un manantial entre las Rocallosas en Colorado y fluye a lo largo de 512 kilómetros entre Coahuila y Texas, con un recorrido de 3 mil kilómetros entre México y Estados Unidos hasta el Golfo de México. Es la única fuente de abasto de agua para 15 millones de habitantes en ambos lados de la frontera, y constituye un elemento vital para todos los seres vivos.
Su historia se remonta a 500 años cuando fue bautizado por expedicionarios españoles como “Río Tiguex”, uno de sus seis nombres.
Tiene una historia. En décadas recientes ha sido mudo testigo de una migración que lo cruza en busca de una mejor vida; muchos han sucumbido bajo sus turbulentas aguas. Para el historiador de Piedras Negras, el profesor Otto Schobber, el Río Bravo es la principal fuente de abasto de millones de personas. Actualmente tiene tres nombres: Río Grande del Norte, Río Grande y Río Bravo. Y desde el 2 de febrero de 1848 se transformó en el límite entre los dos países. “A lo largo de su recorrido y en todos estos años ha forjado un rico historial que va desde presas, territorios robados, sequías, ríos que vierten sus aguas en este afluente y decesos”, explica el historiador.
Aguas. Su agua brota de un bravo manantial entre las piedras en el Estado de Colorado, entre las Rocallosas, y cae hacia abajo hasta convertirse en río. Los pobladores de Creede son los primeros en utilizar sus aguas antes de convertirse en Río Grande. Es abastecido por varios ríos, entre ellos el Concho, Pecos, San Juan, Sabinas, Escondido, Salado, Álamo y Conejos.
Agua sobreaprovechada. Desafortunadamente, el Río Bravo está sobreexplotado. Es decir, existen más usuarios para el agua que agua en el río, debido a la sequía por la falta de lluvias, evaporación y uso irracional en ciudades. Recientemente fue calificado como “El Río Olvidado” por quienes desean llamar la atención sobre el estado de deterioro y la sequía del afluente. Sobre todo entre Ojinaga y El Paso y en la desembocadura al Golfo de México. Expertos ambientalistas insisten en alertar sobre la resequedad que hay al norte río arriba, un indicio de que el suministro de agua será cada vez más frágil.
Conquistadores. Recientes estadísticas indican que 15 millones de personas dependen de sus aguas, y cada verano se consumen más de 2 mil litros por segundo.
Los conquistadores y el río. En 1519 recibió su primer bautizo cristiano como “río de las Palmas” por el expedicionario español Alonso Álvarez. Y en 1540 Fray Marcos de Niza y el capitán Francisco Vázquez lo nombraron “Río Tiguex” y fue rebautizado “Río de la Concepción”. En 1582, Antonio de Espejo lo nombró “Río del Norte”. En 1590 otro expedicionario, Gaspar Castaño decidió llamarlo “Río Salado”. Sin embargo, en 1675 el capitán Fernando del Bosque lo llamó “San Buenaventura del Norte". Después de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, este afluente tomó el nombre de Río Bravo.
Migración desordenada. Desde décadas atrás, el Río Bravo se ha convertido en el primer obstáculo de personas extranjeras en busca del llamado “sueño americano”; desafortunadamente, miles han perecido en sus aguas, entre ellos familias enteras de lugares tan lejanos. Por sus aguas cruzaron miles de haitianos y venezolanos, en las llamadas dos invasiones de Texas desde Coahuila. En 2021, 15 mil nacionales haitianos cruzaron el río por Ciudad Acuña y se instalaron debajo de puentes en un refugio temporal.
