A primera vista, los fragmentos de una antigua sandalia romana podrían parecer más bien como cadáveres retorcidos en lugar de calzado. Sin embargo, tras un análisis más detallado y el uso de rayos X, los arqueólogos han determinado que las piezas encontradas en un antiguo sitio militar están sorprendentemente bien conservadas.
Estos restos de calzado fueron descubiertos en un fuerte de aproximadamente 2.000 años de antigüedad cerca de Oberstimm, un pequeño pueblo en Baviera, Alemania. El hallazgo incluye una suela y clavos de hierro, que proporcionaban tracción en terrenos difíciles, según la Oficina Estatal de Baviera para la Conservación de Monumentos (BLfD). Usualmente, solo se conservan los clavos de este tipo de calzado, pero en este caso, las suelas también han perdurado. Inicialmente, los arqueólogos pensaron que los restos en el pozo del antiguo fuerte eran de una hoz antigua antes de utilizar los rayos X.
Amira Adaileh, consultora del Museo Bávaro y de la Oficina Estatal para la Conservación de Monumentos, explicó que los caligae, como se conocían estos zapatos, eran usados principalmente por soldados romanos durante el Imperio Romano. Este descubrimiento sugiere que las costumbres, el estilo de vida y la vestimenta romanas fueron adoptados por la población local en Baviera. Además de los restos de calzado, se hallaron cerámica romana, restos de alimentos y herramientas en el sitio.
Aunque las sandalias encontradas no se asemejan a las “sandalias de gladiador” modernas, la recreación publicada por la BLfD muestra cómo podrían haber lucido originalmente durante el período en que el fuerte romano estuvo en funcionamiento, entre el 60 y el 130 d.C.