Las enfermedades cardiovasculares se han convertido en una de las principales causas de muerte en México durante la última década. Según datos recientes, el número de decesos por afecciones cardíacas ha aumentado de manera alarmante, casi duplicándose entre 2011 y 2020.
Este incremento del 88% en la mortalidad, reportado por la Revista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indica una crisis de salud pública que requiere atención urgente. Pero, ¿cuáles son los factores que impulsan esta preocupante tendencia?
El estilo de vida contemporáneo en México, caracterizado por un aumento en el sedentarismo, una dieta desequilibrada y el crecimiento de la obesidad, es uno de los principales responsables del aumento de enfermedades cardíacas. Las largas jornadas laborales y la creciente disponibilidad de alimentos ultraprocesados, que son ricos en grasas, azúcares y sodio, han deteriorado la salud de los mexicanos.
La obesidad, que afecta a más del 70% de la población adulta, es un factor crucial. Las personas con obesidad enfrentan un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, colesterol elevado y diabetes tipo 2, condiciones que a menudo conducen a enfermedades cardíacas. Según el Instituto Nacional de Salud Pública, un tercio de los adultos en México tiene hipertensión arterial, y más de la mitad de estos casos no han sido diagnosticados, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves como infartos y accidentes cerebrovasculares.
La diabetes, un enemigo silencioso La diabetes es otro factor que contribuye al aumento de las enfermedades cardiovasculares. Aproximadamente el 12% de la población en México sufre de esta enfermedad, lo que coloca al país entre los más afectados a nivel mundial. La diabetes, especialmente cuando no se controla adecuadamente, puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón, elevando considerablemente el riesgo de ataques cardíacos.
La situación es particularmente grave porque muchas personas no saben que padecen diabetes o hipertensión. El diagnóstico tardío y la falta de acceso a un tratamiento adecuado agravan el problema, exponiendo a muchas personas a complicaciones potencialmente mortales.
La importancia de la prevención y el diagnóstico temprano Los expertos coinciden en que el aumento de las enfermedades cardíacas en México es prevenible en muchos casos. El Dr. Carlos Jerjes Sánchez Ramírez, cardiólogo y director médico del Hospital MAC La Viga, enfatiza que “la detección temprana es crucial para evitar complicaciones graves”. Una medida fundamental es el monitoreo regular de la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre, especialmente en personas con antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
Adoptar hábitos de vida más saludables, como llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente, también puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Limitar el consumo de sodio, grasas saturadas y azúcares refinados, además de evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, son recomendaciones clave para mejorar la salud cardiovascular.