La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que generalmente ocurre entre los 45 y 55 años y se define por el cese de los ciclos menstruales.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se considera que una mujer entra en la menopausia tras 12 meses sin menstruación.
Los síntomas de la menopausia pueden variar entre las mujeres, pero algunos de los más comunes son:
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Sofocos y sudoración nocturna: Se refiere a una sensación repentina de calor que afecta principalmente la cara, el cuello y el pecho, acompañada de sudoración excesiva, especialmente durante la noche, lo que puede interrumpir el sueño.
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Alteraciones en el ciclo menstrual: Los periodos pueden volverse irregulares antes de cesar por completo, y el flujo puede variar, siendo más ligero o más abundante.
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Sequedad vaginal: Disminución de la lubricación vaginal que puede causar molestias o dolor durante las relaciones sexuales.
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Cambios en el estado de ánimo: Pueden incluir ansiedad, irritabilidad, cambios de humor e incluso depresión o tristeza sin una causa aparente.
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Dificultades para dormir (insomnio): Problemas para conciliar el sueño o mantenerse dormida durante la noche.
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Aumento de peso o cambios en la figura: Muchas mujeres notan un aumento de peso, especialmente en la zona abdominal.
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Disminución de la libido: Reducción del deseo sexual debido a cambios hormonales y físicos.
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Problemas cognitivos: Dificultades para concentrarse o problemas de memoria, a menudo referidos como "neblina mental".
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Pérdida de densidad ósea: Mayor riesgo de osteoporosis por la disminución de los niveles de estrógeno, lo que puede hacer que los huesos sean más frágiles.
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Palpitaciones: Algunas mujeres pueden experimentar latidos cardíacos irregulares o acelerados.
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Dolores articulares y musculares: Rigidez o dolor en las articulaciones y músculos.
Estos síntomas pueden persistir durante varios años antes y después de la menopausia (perimenopausia y postmenopausia), y su intensidad puede variar notablemente.
Existen tratamientos, como la terapia hormonal, cambios en el estilo de vida y suplementos, que pueden ayudar a aliviar los síntomas, por lo que es recomendable consultar a un experto.