El virus Coxsackie, miembro de la familia de los Enterovirus, ha causado preocupación en México debido al aumento de casos, especialmente en niños menores de 5 años.
Este brote ha afectado a varias entidades federativas, con un incremento notable en estados como Hidalgo, donde se han reportado 105 casos confirmados, de los cuales el 60% corresponde a niños en edad escolar.
Tipos y Manifestaciones Clínicas
El virus Coxsackie se clasifica en dos tipos principales: A y B. Aunque muchas de sus infecciones son leves o incluso asintomáticas, en algunos casos puede ocasionar enfermedades graves. El tipo A es conocido por causar el síndrome mano-pie-boca, caracterizado por:
- Erupciones en las manos y pies.
- Úlceras dolorosas en la boca, afectando la lengua, las encías y el paladar.
- Fiebre alta, dolor de garganta y malestar general.
- Secreciones nasales y mucosidad.
Síntomas y Duración
Los síntomas suelen aparecer entre 3 y 7 días después del contacto con el virus y pueden durar de 5 a 8 días. Es importante estar alerta, ya que los niños menores de 5 años son los más vulnerables frente al virus.
Transmisión
El virus se transmite fácilmente a través de contacto directo con personas infectadas, sus secreciones nasales, saliva, heces o superficies y objetos contaminados. Las autoridades de salud han subrayado la importancia de extremar las medidas de higiene, especialmente en ambientes escolares, para evitar la propagación.
Prevención
Las recomendaciones clave para prevenir el contagio incluyen:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
- Desinfección de superficies, juguetes y utensilios en hogares y escuelas.
- Evitar el contacto cercano con personas infectadas.
Tratamiento y Recomendaciones
No existe un tratamiento específico para el virus Coxsackie. El manejo se centra en aliviar los síntomas, como la fiebre y el dolor, con medicamentos adecuados y asegurando una hidratación constante. En caso de úlceras bucales dolorosas, se recomienda evitar alimentos y bebidas ácidas. Es fundamental no automedicarse y consultar a un médico si los síntomas persisten o empeoran.
La clave para controlar este brote es la prevención, especialmente en lugares donde los niños se agrupan, como las escuelas, y seguir estrictamente las medidas de higiene recomendadas por las autoridades sanitarias.