Aunque estos productos se encuentran en los estantes de muchas tiendas, su venta no implica necesariamente que sean seguros
En los últimos años, tiendas de vapeo, gasolineras y plataformas en línea han emergido como puntos clave para la venta de productos que, a primera vista, parecen inofensivos, como gomitas, barras de chocolate y papas fritas. Sin embargo, muchos de estos productos contienen sustancias como el delta-8 THC, micro y macrodosis de psicodélicos, y nootrópicos, lo que está generando creciente preocupación entre los expertos en salud debido a la falta de regulación clara y los posibles riesgos asociados.
El delta-8 THC es un compuesto psicoactivo relacionado con el delta-9 THC, el principal ingrediente activo de la marihuana. Aunque ambos compuestos son químicamente similares, el delta-8 THC se distingue por una ligera alteración en su estructura molecular. Esta pequeña diferencia es suficiente para que el delta-8 THC se encuentre en una zona legal ambigua en muchos estados de Estados Unidos, especialmente después de la aprobación de la Ley Agrícola de 2018, que clasifica los productos derivados del cáñamo de manera diferente a la marihuana.
A pesar de que el delta-8 THC puede inducir efectos psicoactivos, su estatus legal varía significativamente entre estados. Según Robert Mikos, experto en políticas y leyes sobre marihuana de la Universidad de Vanderbilt, esta sustancia se encuentra en una "zona de ambigüedad legal", permitiendo su venta en muchos estados mientras que otros han impuesto restricciones o prohibiciones. Además, los fabricantes suelen modificar químicamente el delta-8 THC para crear nuevas versiones que eluden las regulaciones existentes, complicando aún más la supervisión por parte de las autoridades.
La seguridad de estos productos es una preocupación importante. Aunque están disponibles en muchas tiendas, esto no garantiza que sean seguros para el consumo. La falta de supervisión en la fabricación y la ausencia de requisitos uniformes de etiquetado dificultan conocer la composición exacta de cada producto, e incluso la potencia de las sustancias contenidas a menudo es incierta.
Un caso alarmante es el de los productos Diamond Shruumz, que fueron retirados del mercado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Aunque estos productos contenían muscimol, un compuesto psicoactivo legal derivado del hongo Amanita muscaria, también se encontraron otros ingredientes no listados, incluida la psilocina, una sustancia controlada.
La Dra. Ginger Nicol, directora del programa de investigación de psicodélicos de la Universidad de Washington en St. Louis, advierte sobre la falta de investigación rigurosa en estos productos, lo que hace desconocidos sus efectos, efectos secundarios y niveles de seguridad. Además, los procesos de fabricación podrían introducir sustancias químicas no deseadas que podrían representar riesgos adicionales para la salud.
El Dr. Igor Grant, director del Centro de Investigación de Cannabis Medicinal de la Universidad de California, San Diego, señala que la producción de delta-8 THC a partir de CBD utiliza ácidos fuertes. Si estos químicos no se eliminan adecuadamente, podrían incrementar los riesgos de salud asociados al consumo de delta-8 THC.
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