La calidad del aire ha sido una preocupación generalizada para la salud de las vías respiratorias, sin embargo, la contaminación del aire puede dañar también la vista.
Este es un tema que a menudo pasa desapercibido, pero es bien sabido que más allá de afectar la respiración, la contaminación puede tener consecuencias adversas para nuestros ojos.
Según expertos de la UNAM y la Asociación Mexicana de Oftalmología, la exposición a partículas contaminantes puede desencadenar problemas oculares, contribuyendo al alarmante porcentaje de la población mexicana que enfrenta dificultades visuales.
Uso de Anteojos con Protección UV: Los anteojos con filtros especiales no solo son una declaración de estilo, sino también una medida crucial para proteger los ojos de la exposición directa a partículas dañinas en el aire.
Hidratación Ocular: La sequedad e irritación ocular son efectos comunes de la contaminación ambiental. Para combatir estos síntomas y proteger los ojos a largo plazo, es fundamental mantenerlos hidratados con gotas oftálmicas lubricantes y asegurarse de mantener una buena hidratación corporal.
Descanso Visual: En entornos contaminados, es esencial permitir que los ojos descansen regularmente. La regla 20-20-20 es una práctica simple pero efectiva: cada 20 minutos, desvía la mirada hacia un objeto a 6 metros de distancia durante al menos 20 segundos, aliviando la fatiga visual.
Consulta Regular con un Profesional: Un chequeo optométrico periódico es crucial para detectar y tratar cualquier problema ocular derivado de la contaminación ambiental. Programar una cita con un optometrista confiable puede ayudar a mantener una visión saludable a largo plazo, dijo la directora general de Fundación Devlyn, Jessica Devlyn.
