Protesta en presidencia de Madero por permiso de venta de bebidas alcohólicas en ejido
Habitantes del ejido Batopilas cierran la Presidencia Municipal
Por aproximadamente una hora y media, los habitantes del ejido Batopilas, en el municipio de Francisco I. Madero, mantuvieron cerrado el edificio de la presidencia municipal debido a su descontento por la expedición de un permiso para la venta de bebidas alcohólicas en su comunidad. Consideran que esta acción es irregular y exigen el cierre del establecimiento.
La persona que obtuvo la licencia de funcionamiento afirmó haber cumplido con todos los requisitos solicitados tanto por el Municipio como por el Estado, asegurando que tiene todos los permisos en regla.
Los manifestantes expresaron que, tradicionalmente, el municipio otorga un permiso para una cantina ejidal, cuyos ingresos se destinan a mejoras en la comunidad. Este dinero se utiliza para financiar el festejo del aniversario del reparto agrario, las fiestas patronales y, en ocasiones, para ayudar en el traslado de enfermos o cubrir otras necesidades.
“Estamos aquí para protestar por la licencia de alcoholes que se otorgó y que no queremos en el ejido, ya que contamos con la nuestra, que es ejidal, y esta es particular, por lo que exigimos su cancelación”, explicó Doroteo Elizalde Medrano, comisariado ejidal.
El comisariado indicó que la nueva licencia para la cantina fue emitida en abril, y en ese momento buscaron al alcalde Jonathan Avalos (actualmente con licencia) para expresar su inconformidad, pero no los atendió. Intentaron en varias ocasiones contactar a la secretaria del Ayuntamiento, Darinka Guerra, quien también los mantuvo sin respuesta. Ante la falta de atención, decidieron cerrar el edificio municipal.
“El permiso otorgado es para beneficio personal, y ha afectado nuestras ventas. Venimos a hablar con Darinka, quien ahora está a cargo, pero ya hemos estado aquí varias veces y solo hemos recibido evasivas. Intentamos buscar al alcalde en su casa en Lequeitio, pero tampoco salió, y solo mandó a un guardia que no nos informó nada y nos ha mantenido en la incertidumbre”, comentó Elizalde.
Se supo que el grupo de inconformes llegó alrededor de las 8:30 de la mañana, con la intención de impedir el acceso al personal del municipio. Sin embargo, decidieron esperar a ser atendidos por Darinka Guerra, y al no recibir respuesta, cerraron las dos puertas de acceso de la presidencia municipal usando cintas y palos de escoba. Los manifestantes advirtieron que, si no se clausuraba el negocio, se moverían a bloquear alguna carretera.
Algunos directores de departamento intentaron dialogar con ellos, pero los inconformes exigían una solución. Después, llegaron elementos de la Dirección de Seguridad Pública, quienes tampoco lograron que se “liberara” la puerta principal. Fue hasta que llegó el director de la Policía, Miguel Ángel Aguilar, que se permitió la entrada al edificio. En ese momento, los agentes intentaron aprovechar la situación para abrir la puerta, lo que provocó un forcejeo, pero no pudieron ingresar.
Finalmente, se acordó que el director de la Policía y el titular del Departamento de Alcoholes, Arturo Guerra Gamboa, junto con más elementos en varias patrullas, se trasladarían a la comunidad para revisar el tipo de permiso y confirmar que la persona contara con la documentación necesaria. Guerra Gamboa indicó que se realizaría una clausura temporal mientras la propietaria acudía a la presidencia municipal para regularizar su situación, ya que se alegaba que la licencia otorgada era para una miscelánea.
Por su parte, Rosa Isela Martínez, quien adquirió la licencia de alcoholes, aseguró que cumplió con todos los requisitos exigidos, siendo los del municipio los más estrictos, y que realizó todos los pagos necesarios en la Tesorería Municipal y en la Recaudación de Rentas, por lo que considera que tiene todo en orden.