Las autopsias de boxeadores y jugadores de fútbol americano profesionales fallecidos han confirmado desde hace mucho tiempo que las lesiones repetidas en la cabeza pueden llevar a una afección cerebral devastadora conocida como encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés).
Nuevas investigaciones ahora respaldan la idea de que los deportes de contacto también pueden aumentar las probabilidades de desarrollar una enfermedad similar al Parkinson, llamada parkinsonismo, en atletas que ya padecen CTE.
En el nuevo estudio, "los sujetos con parkinsonismo eran más propensos a tener una muerte más grave de las células cerebrales relacionada con la CTE en una región del tronco encefálico importante para controlar el movimiento", explicó el autor principal del estudio, el Dr. Thor Stein, profesor asociado de patología y medicina de laboratorio en la Universidad de Boston.
El estudio incluyó un examen postmortem de los cerebros de 481 atletas fallecidos y fue publicado el 15 de julio en la revista JAMA Neurology.
Según los investigadores, el parkinsonismo presenta algunas características de la enfermedad de Parkinson clásica: temblores, movimientos lentos y rigidez anormal en las extremidades. Sin embargo, ambas afecciones se manifiestan de manera diferente en el tejido cerebral.
Las personas con enfermedad de Parkinson suelen mostrar una acumulación de proteínas llamadas cuerpos de Lewy en sus células cerebrales, pero la nueva investigación no encontró tal acumulación en los cerebros de alrededor de tres cuartas partes de las personas con CTE y parkinsonismo.
"Nos sorprendió encontrar que la mayoría de los individuos con CTE y parkinsonismo no tenían patología con cuerpos de Lewy", señaló Stein en un comunicado de prensa de la universidad.
Entonces, ¿qué está causando el parkinsonismo? Según Stein, los atletas con CTE mostraron señales de que la CTE estaba matando las células cerebrales en áreas cruciales para el movimiento coordinado. Además, cuantas más lesiones en la cabeza sufría un jugador, peor era el daño.
"Se ha demostrado que una mayor gravedad de la CTE se asocia con una mayor duración del juego", indicó el primer autor del estudio, Daniel Kirsch.
"En este estudio, encontramos que ocho años adicionales de juego en deportes de contacto se asociaron con un aumento del 50 por ciento en el riesgo de una enfermedad más grave en una área específica del tronco encefálico que controla el movimiento", dijo Kirsch, estudiante de doctorado en medicina en la universidad.
Según los investigadores, estos nuevos conocimientos deberían impulsar la investigación sobre cómo los golpes repetitivos en la cabeza afectan los cerebros a largo plazo y quizás conducir a mejores formas de prevenir el daño cerebral causado por la CTE.