La falta de equipo para una cirugía de emergencia y el suministro de medicamento equivocado mantienen muy delicada la salud del profesor jubilado Roberto Hernán
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Tras haber dado a conocer la presunta negligencia médica que costó la vida de dos recién nacidos, nuevos casos similares han comenzado a surgir.
Tal es el caso del profesor jubilado Roberto Hernán Narro de la Fuente, de 74 años, quien se encuentra en un estado de salud muy delicado derivado de la atención médica deficiente que recibió por parte de la clínica desde inicios del mes de noviembre.
En entrevista para MÁS, Luis Narro, hijo del afectado, señaló que fue el 31 de octubre su padre acudió a las instalaciones del hospital, en donde al no haber un médico urólogo de guardia, se les pidió regresar al día siguiente para una consulta.
El 1 de noviembre, el profesor Narro fue internado en la clínica, pues presentaba ya un absceso en uno de sus riñones, por lo que era necesario que se le practicara una cirugía de urgencia para la extirpación del órgano.
Al no contar con el equipo necesario, la clínica le informó a la familia que solicitaría una subrogación a otro hospital en donde recibiría la atención necesaria. A pesar del grave estado de salud del profesor, permaneció 20 días internado en el Magisterio en espera del traslado.
El entrevistado refiere que el profesor Jesús Balderas, del Servicio Médico de la Sección 38, les aseguró que la subrogación estaba en trámite por lo que pidió la espera de la familia.
No obstante, el traslado no fue realizado, y ante la larga espera la familia lo traslado por sus propios medios al Hospital General, donde los médicos informaron que ante la falta de atención y del suministro de medicamento equivocado, los órganos del paciente estaban muy inflamados, complicando la intervención quirúrgica y la salud del jubilado.
Luis Narro explicó que el medicamento que utilizaron era de alto espectro, y no debía haber sido suministrado sino hasta después de la cirugía, por lo que actualmente es muy difícil atacar la infección.
En tanto, el profesor permanece a la espera de una segunda cirugía que también tendrá que ser financiada con los recursos de la familia.
El caso será integrado a la recopilación que se encuentra realizando la Coalición de Trabajadores de la Educación para presentar una demanda por el deficiente servicio médico que sigue costando la vida de los maestros y sus familias.
