El análisis genético reciente realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reveló que el virus de la gripe aviar podría haber mutado en un paciente en Luisiana, el cual presentó el primer caso grave de esta enfermedad en los Estados Unidos.
Los científicos sugieren que las mutaciones podrían permitir que el virus se una mejor a los receptores en las vías respiratorias superiores de los humanos, lo que es un indicio de que el virus podría estar evolucionando para una mayor adaptación a los seres humanos.
Sin embargo, el CDC aclaró que, aunque las mutaciones son preocupantes, no hay motivo de alarma inmediata. Michael Osterholm, experto en enfermedades infecciosas, comparó la mutación con una llave que podría estar adaptándose para abrir una cerradura. No obstante, subrayó que aún no significa que el virus sea más transmisible entre personas. En su analogía, el virus tiene la "llave" correcta, pero aún no "abre la puerta", es decir, no ha alcanzado el nivel de transmisibilidad entre humanos.
El caso grave en Luisiana involucró a un paciente mayor de 65 años con problemas de salud preexistentes, quien fue hospitalizado con síntomas respiratorios graves tras haber estado en contacto con aves enfermas y muertas. Sin embargo, no se ha registrado transmisión del virus entre humanos, lo que mantiene el riesgo para la población general bajo.
Aunque el CDC ha señalado que el riesgo actual sigue siendo bajo, los expertos, como Osterholm, advierten que el virus debe seguir siendo monitoreado de cerca debido a la posibilidad de futuras mutaciones que podrían alterar su comportamiento. Osterholm también destacó que es probable que en el futuro haya pandemias de influenza que podrían ser aún más graves que la pandemia de COVID-19, aunque el momento exacto de su ocurrencia sigue siendo incierto.