Desafortunadamente, cada vez son más los migrantes que ponen en riesgo sus vidas al cruzar por zonas despobladas y caminar durante kilómetros y días por desiertos y montañas, debido al endurecimiento de la vigilancia en las orillas del Río Bravo.
Los aseguramientos están disminuyendo. En cada estación de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas, se divulgan los aseguramientos de personas extranjeras ilegales en los Estados Unidos, así como las cifras de "gotaways", que son los migrantes que logran escapar.
Militares. Con el reforzamiento de las fronteras con México, incluyendo alambradas de púas, boyas, contenedores y cientos de militares de la Guardia Nacional apostados en la orilla del Río Bravo, el escape se vuelve inevitable. Cada vez más personas se adentran en áreas despobladas, montañosas, desérticas y peligrosas para la vida humana, evitando así los desafíos de una vigilancia extrema, alejados de las zonas urbanas. Por ejemplo, una estación ubicada en las orillas del río reportó haber asegurado a 1,391 migrantes, mientras que 114 lograron escapar, incluyendo 14 casos de contrabando humano. Esta situación pone de manifiesto no solo los riesgos y desafíos que enfrentan durante su trayecto, como la falta de recursos, el acceso a alimentos, la falta de seguridad e incluso el riesgo de perder sus vidas.
