Advertencia: este artículo contiene detalles médicos que pueden resultar perturbadores para algunos lectores.
Las piernas de Elaine Foo están cubiertas de cicatrices moradas y gruesas, cada una de ellas un recordatorio de un procedimiento para alargar sus piernas que salió terriblemente mal.
Desde 2016, esta mujer de 49 años, residente en Londres, ha pasado por cinco intervenciones quirúrgicas y tres injertos óseos. Ha gastado todos sus ahorros de una vida y ha presentado una demanda contra su cirujano, la cual se resolvió en julio pasado sin que se admitiera responsabilidad.
En un momento, un clavo de metal fracturó uno de los huesos de Elaine; en otro, experimentó dolor tan intenso que describió como si le estuvieran "asando las piernas por dentro".
"Mi experiencia ha sido una verdadera prueba de resistencia, pero he sobrevivido", comenta.
Su cirujano ha negado constantemente cualquier negligencia, argumentando que algunos de los problemas de Elaine fueron complicaciones previstas y que otros surgieron debido a sus propias acciones.