Con el retorno a las clases en línea, tanto maestros como padres en Piedras Negras enfrentan un desafío mayor, según Perla López Barboza, directora de la escuela primaria Justo Sierra. Este cambio de modalidad educativa requiere un esfuerzo conjunto para garantizar que el proceso de aprendizaje de los alumnos no se vea afectado.
"Es fundamental coordinar esfuerzos entre padres, alumnos y maestros. Debemos encontrar la mejor manera de evaluar a los niños de forma digital y, posiblemente, retomar lo aprendido durante la pandemia, pero buscando siempre formas de mejorar", explicó López Barboza.
Reconoció que las clases en línea podrían generar consecuencias similares a las experimentadas durante la pandemia, como el aislamiento y la falta de comunicación y convivencia. Para contrarrestar esto, en su escuela están considerando organizar reuniones semanales entre alumnos, padres y docentes.
"Nuestra idea es estar presentes en la escuela al menos una vez a la semana, para brindar atención a los alumnos, proporcionarles actividades y explicarles qué se espera de ellos durante la semana", afirmó.
El objetivo es que los niños puedan asistir físicamente a la escuela para evitar problemas relacionados con la comunicación, la socialización y la tecnología en sus hogares, agregó la directora.
