Este miércoles, el Palacio de Christianborg se engalanó para acoger la tradicional Recepción al Cuerpo Diplomático que da el pistoletazo de salida al nuevo año, una velada solemne que en esta edición goza de un mayor significado al ser la última vez que la reina Margarita (84 años) lo ha presidido en calidad de soberana.
La Casa Real danesa trabaja a contrarreloj de cara a la abdicación y consiguiente proclamación de Federico X como Rey de Dinamarca, pero si hay algo que la institución sabe y pretende sacarle el máximo partido es que la popularidad de la princesa Mary (51 años) está muy por encima de la de su marido. Con su decisión, Margarita ha conseguido acallar la polémica y dirigir la mirada de los daneses a la ilusión y la esperanza de un reinado moderno y renovado con un matrimonio aparentemente unido al frente.
El último movimiento de la Corona ha dejado buena cuenta de ello. En su última publicación de Instagram han compartido una batería de imágenes de lo que fue la velada de ayer. Lo llamativo es que de entre todas las opciones, la estampa que inaugura el post es una con Mary Donaldson en primer plano. Un mensaje muy significativo con el que se le da a la futura reina consorte un papel mucho más protagonista que el de su marido y su suegra.
Este jueves volverá a acaparar todo el protagonismo en la fiesta de Fin de Año junto a las diferentes personalidades del país, oficiales de las Fuerzas Armadas y la Junta de Administración de Emergencias.
El cambio de actitud de Mary Donaldson
Mary accedía al gran salón de palacio con paso firme y una aparente calma y serenidad que dista mucho del nerviosismo que manifestó cuando Lecturas publicó en exclusiva las imágenes de Federico y Genoveva Casanova por Madrid.
Ni rastro de Genoveva Casanova en la prensa danesa, Mary ha conseguido, una vez más, capear el escándalo, y esta vez se ha traducido con su ascenso al trono. Luis Pliego, director de la revista Lecturas, reveló que la australiana dio un golpe sobre la mesa hace algunas semanas: o el divorcio o el trono. "La abdicación es algo que la propia Mary pidió. O somos reyes ahora o esto se acaba”, un ultimátum que, a la vista está, ha tenido su resultado.
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Fue tan complicado para ella hacer frente a la polémica sobre su matrimonio y ver cómo su imagen también se dañaba que llegó a plantearse la idea de volver a Australia y romper con todo y con todos, algo que la reina Margarita no estaba dispuesta a consentir por el daño irreparable que un divorcio podría hacerle a la Corona.
