Un diagnóstico de diabetes tipo 2 antes de los 50 años conlleva riesgos que los pacientes pueden no anticipar, especialmente si tienen obesidad, según un estudio reciente.
La investigación sugiere que la diabetes tipo 2 de inicio temprano podría aumentar el riesgo de desarrollar demencia más adelante en la vida. Este hallazgo resalta la importancia de prevenir la demencia en personas jóvenes con diabetes, considerando tanto la enfermedad como la obesidad como factores de riesgo.
Históricamente, la diabetes tipo 2 se asociaba con adultos mayores, pero hoy en día, una de cada cinco personas con esta condición tiene menos de 40 años. En la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina correctamente y, en algunos casos, el páncreas no produce suficiente insulina para controlar el azúcar en la sangre. El exceso de azúcar en la sangre, la inflamación y otros factores vinculados a la enfermedad podrían estar relacionados con el deterioro cognitivo.
El estudio, realizado en 1,213 pacientes de 50 años o más, encontró que aquellos diagnosticados con diabetes tipo 2 antes de los 50 años tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia. Comparados con los pacientes diagnosticados a los 70 años o más tarde, los diagnosticados antes de los 50 años tenían casi el doble de probabilidades de desarrollar demencia. Además, por cada año más joven en el que se diagnosticaba la diabetes tipo 2, el riesgo de demencia aumentaba un 1.9%.
El riesgo de demencia fue aún más alto entre las personas con obesidad diagnosticadas con diabetes tipo 2 antes de los 50 años. Los hallazgos, publicados en la revista PLOS ONE, sugieren que la edad del diagnóstico y la obesidad son factores clave en el riesgo de deterioro cognitivo.
Los investigadores subrayan que los esfuerzos para abordar la obesidad, mediante cambios en la dieta, ejercicio o incluso medicamentos, podrían desempeñar un papel importante en la prevención de la demencia en adultos más jóvenes con diabetes tipo 2.