Las dudas dejadas por Estados Unidos en la recta final de la preparación imponen una difícil tarea para los pupilos anfitriones de Gregg Berhalter: impedir que la encopetada Uruguay prolongue su gran momento futbolístico y neutralizar las pretensiones de Bolivia y Panamá en la Copa América.
Estados Unidos, el anfitrión, ante su primer examen
La selección de Estados Unidos encara la próxima Copa América como país sede, decidido a aprobar con nota alta este primer examen de cara a la cita marcada en rojo en su calendario, el Mundial de 2026 que albergará junto a México y Canadá.
Antes de que su país acoja una segunda copa continental, el seleccionador estadounidense, Gregg Berhalter, luce un balance de 43 victorias en 71 partidos dirigidos, lo que lo convierte en el tercer entrenador con más triunfos en la historia del equipo, empatado con Bob Bradley.
Antes de su debut contra Bolivia, el equipo de las Barras y las Estrellas ganó el pasado marzo su tercera Liga de Naciones de la Concacaf consecutiva, tras derrotar por 2-0 en la final a México, y en los dos partidos amistosos previos cayó aparatosamente con Colombia por 1-5 y se resarció igualando 1-1 con Brasil.
La radiografía de Christian Pulisic
En el grupo de jóvenes talentos que integran a la selección estadounidense destaca Christian Pulisic, estrella del Milan de Italia
Uruguay va por su decimosexta Copa América
La Celeste, segunda de las eliminatorias suramericanas al Mundial FIFA de 2026, vivió un gran 2023 en el que ganó cuatro de sus seis partidos y en dos de ellos dio un golpe fuerte sobre la mesa: le ganó por primera vez a domicilio a Argentina (0-2) y por igual marcador derrotó a Brasil en Montevideo.
Estos resultados entusiasman a los hinchas uruguayos, que ven con mucha confianza la posibilidad de conquistar en Estados Unidos una Copa América por decimosexta vez.
El auspicioso presente celeste ha estado abanderado por el seleccionador argentino Marcelo Vielsa, quien ha promovido la renovación de la plantilla.
Vielsa ha acumulado siete victorias, tres empates y solo dos derrotas en los doce partidos que ha dirigido.
