Legendario, el luchador que durmió en cartones de huevo antes de llegar al CMLL
El gladiador Legendario compartió la dificultad de luchar por sus sueños mientras su familia vive en Xalapa, Veracruz
Como en toda lavida, se sufre para llegr a la meta
La decisión de salir de casa estaba tomada para Legendario. Xalapa, Veracruz es su vida, sin embargo, los sueños y ambiciones estaban fuera de ahí. Fue así que Legendario dejó atrás su casa y familia para convertirse en una estrella de la lucha libre, incluso tuvo que dormir en cartones antes de llegar al CMLL.
“Antes de entrar a la empresa mi cama eran cartones. Fui a la tienda y le pedí a la señora que si me vendía unos cartones de huevo y ahí me dormí sin saber que iba a tener esta oportunidad. Yo sabía que debía prepararme y que si me estaba costando es porque dios me va a traer algo bueno”, relató.
“A mí se me hubiera hecho muy fácil decir: ‘no, la estoy pasando muy mal, estoy durmiendo en cartones, no tengo para comer’, y mejor irme a mi casa y estar cómodo, ser una persona normal… Tengo un don y lo tengo que aprovechar, aún así me sigo preparando y evolucionando”, agregó.
Para Legendario, lo más difícil es que su mamá está en Veracruz y cada que obtiene un logro o bien, una dificultad, no puede llegar a casa y abrazarla.
“Me siento muy feliz porque mi familia que es de Xalapa lo va a estar viendo desde allá. Yo siento esa energía que me mandan, es un poco difícil que terminando un encuentro tan importante no haya llegado a casa a ver a mi mamá o a mi hermana. Es difícil estar solo en este mundo, en el monstruo de las 1000 cabezas, sin embargo, la juventud y la destreza siempre sale adelante”, compartió.
Legendario recordó las visitas a su mamá en Xalapa, Veracruz
Con la emoción a flor de piel, Legendario recordó cuando iba a Xalapa a pasar unas horas con su mamá y cómo regresaba llorando a la Ciudad de México.
“Yo me acordaba que iba cada cuatro meses a Xalapa. Solo iba de entrada por salida porque tenía que respetar el entrenamiento. Comía con mi mamá y todo. Ya en la noche tenía que tomar un bus, ella se quedaba en la esquina y yo caminaba y volteaba, la veía que seguía ahí y es muy difícil porque ella vive sola. Uno como hombre quiere cuidarla, sin embargo, me persigne y lo que dios diga. Seguía aquí, seguía aquí y hasta que dios dijo. Ahora que la tengo la estoy aprovechando al máximo, quiero ser buen luchador, buena persona, buen compañero“, expresó.
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