Las festividades decembrinas suben contaminación auditiva
Ruido en diciembre: el desafío de las fiestas y la vida urbana
En la zona centro los comercios ponen música y anuncian sus productos a alto volumen y en las colonias los festejos se acrecentan por la temporada navideña que provoca 50 reportes semanales.
El ritmo de diferentes melodías se confunden entre sí, el ruido de los automotores rumban, un elotero promociona a grito abierto su producto y el perifoneo de un negocio compite entre el bullicio de la zona centro que en esta época del año intensifican su promoción para atraer a los clientes.
En las zonas habitacionales aumentan las reuniones y, con ello, los reportes de "ruidosos" por la algarabía y música a volumen alto con que se divierten y cantan durante diciembre.
Comportamiento. El Ayuntamiento registra 50 reportes semanales de ruido y en verano crece hasta 70 u 80 lo mismo cuando el clima está agradable sube a ese número, informó Jaime Díaz, director de Ecología Municipal. Ha habido casos que en una sola noche atienden más de 20 reportes de música fuerte.
La mayoría de los reportes son en colonias de lunes a domingo en las noches y en temporada como la actual, de fiestas decembrinas, se llegan a dar quejas todos los días. Son los sectores populares donde más reportes hay de escándalo en las noches, entre ellas, Praderas del Sur primer sector, Colinas, Campanario, Hipódromo, Villas del Norte de la FETSE.
El director reconoció que es un problema la contaminación auditiva en la zonas habitacionales, sobre todo, los fines de semana y en las fechas festivas, en quintas o salones pequeños en colonias que tienen música en vivo. En el sector comercial son pocas las llamadas que piden la atención del departamento para frenar volúmenes altos de música o de las promociones, anuncios o negocios con animadores.
Destacó que en la zona centro un inspector recorre las calles y al detectar mucho ruido proveniente de algún establecimiento les pide que bajen al decibel permitido, pero son pocas las quejas que reciben en el rubro comercial.
Contaminación acústica. El ruido, la música a alto volumen, los camiones que circulan, automovilistas con música fuerte, las motocicletas colaboran para crear un ambiente vicioso de contaminación auditiva en la ciudad, aunado a las fiestas con DJ, el uso de bocinas en comercios como en colonias, el tronido de cohetes, perifoneo y las unidades de venta de agua purificada que circulan en las calles.
El departamento de Ecología Municipal tiene un equipo de inspectores que atienden las llamadas de queja de los ciudadanos y dentro de su trabajo hacen inspecciones en la zona centro para verificar que no se excedan los comerciantes en el sonido de sus anuncios o de la música ambiental.
Para medir la contaminación acústica usan un sonómetro calibrado que registra los sonidos en decibeles y hay un rango para determinar los que son soportables al humano y los que se rebasan pueden ser dañinos a la salud.
La Norma Oficial Mexicana de la Secretaría del Medio Ambiente, NOM 8194 estipula los rangos de decibeles permitidos que son: de 65 decibeles en un horario de 8:00 a 22:00 horas y de 55 decibeles de 22:00 a 2:00 horas.
Sanciones. El reglamento de Ecología y la Ley de Combate contra el Ruido en el Estado estipulan multas y arrestos para quienes son reincidentes en afectar a la sociedad con contaminación acústica. Las multas a los infractores son de 5 a 10 y 15 mil pesos o arresto de 24 o 72 horas. La multa a aplicar en ciudadanos depende de la economía de la persona. El departamento de inspectores de Ecología explicó que si es reincidente abren un procedimiento jurídico administrativo que puede derivar en multa económica o arresto por 72 horas.
El procedimiento es primero una amonestación verbal y agotar el diálogo para que baje el volumen, si no hace caso y es reincidente se abre el procedimiento jurídico administrativo que puede ser una multa económica o arresto por 72 horas. El arresto puede concretarse si es en flagrancia y está afuera de su casa o en vía pública.
Salud. El ruido es considerado uno de los contaminantes más agresivos ya que provoca diversas molestias en la salud de la persona e irritabilidad por los efectos de no conciliar el sueño. Los efectos de la exposición a la contaminación auditiva puede provocar hipoacusia: disminución de la capacidad auditiva o sordera; trastornos de sueño, por no dormir sus horas de descanso; puede alterar el sistema circulatorio o aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, además de causar estrés o irritación y alteración del sistema inmunitario.
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