La propina es comúnmente vista como una gratificación por un servicio recibido y no como un cobro obligatorio según lo establecido por la ley.
Por tradición, al acudir a un restaurante, bar u otro tipo de negocios que ofrecen una serie de servicios al cliente, se otorga de manera voluntaria una propina, que es un dinero que ofrece el cliente por sentirse bien atendido, sin tener esta una cantidad en específico.
Sin embargo, han existido en los últimos tiempos sitios como los antes mencionados que han adaptado este concepto como parte de la cuenta al mostrar al cliente su consumo, lo cual, desde luego, ha molestado o en su defecto inquietado a las personas que concurren en estos lugares.
Por lo tanto, nace la pregunta: ¿La propina es una gratificación o un servicio que los negocios han incluido como parte de lo que se ofrece? Quienes se dedican a la actividad de meseros o bartenders, viven en gran medida de las propinas, ya que es su principal fuente de ingreso, dado que su salario es muy mínimo. Otra de las cuestiones que pueden llegar a incomodar a los clientes y que es muy utilizada es preguntar "¿desea agregar propina a la cuenta?", cuando en tiempos anteriores nacía de la voluntad del cliente otorgar esta gratificación. Algunas personas han expresado que es comprometedor ser cuestionado acerca de entregar la gratificación que por lo normal se otorga, pero que también ha quedado sujeta a un porcentaje, utilizando el 10 o 15 por ciento del total de la cuenta.
Sondeo. En un recorrido realizado por diversos establecimientos de la ciudad, cuestionando a los propietarios o encargados de los negocios acerca del tema de la propina, coincidieron en que es a voluntad del cliente si quiere darle propina al mesero o a algún otro empleado de quien haya recibido un buen servicio. No debe ser exigida por el negocio ni ir incluida en la carta donde se exhiben los precios de los productos ofrecidos, ya que es una práctica que en algunos sitios se realiza y que de alguna manera puede espantar al cliente o generar incomodidad. Es bien conocido que la mayoría de quienes visitan algún restaurante dejan, por costumbre, algo de gratificación, pero en los últimos tiempos se ha convertido en algo que se puede considerar como un servicio extra, al estar prácticamente presente ya sea en la lista de precios o al ser solicitada por los meseros o por la administración del establecimiento al prácticamente exigirlo.
Actividad regulada por la ley. Esta situación de las propinas está regulada por la Ley Federal del Consumidor en su artículo 10, que establece que queda prohibido a cualquier proveedor de bienes o servicios llevar a cabo acciones que atenten contra la libertad, seguridad o integridad personales de los consumidores bajo pretexto de registro o averiguación. En el caso de que alguien sea sorprendido en la comisión flagrante de un delito, los proveedores, sus agentes o empleados se limitarán, bajo su responsabilidad, a poner sin demora al presunto infractor a disposición de la autoridad competente. La infracción de esta disposición se sancionará de acuerdo con lo previsto en esta ley, independientemente de la reparación del daño moral y la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados en caso de no comprobarse el delito imputado. Los proveedores no podrán aplicar métodos o prácticas comerciales coercitivas y desleales, ni cláusulas o condiciones abusivas o impuestas en el abastecimiento de productos o servicios. Asimismo, tampoco podrán prestar servicios adicionales a los originalmente contratados que no hubieren sido solicitados o aceptados expresamente, por escrito o por vía electrónica, por el consumidor. En lo referente a la regulación de los trabajadores, la Ley Federal del Trabajo establece en su artículo 346 que las propinas son parte del salario de los trabajadores a que se refiere este capítulo. Si no se determina, en calidad de propina, un porcentaje sobre las consumiciones, las partes fijarán el aumento que deba hacerse al salario.
Cuando se recomienda dejar propinas. La propina es una recompensa que se añade a la cuenta total de un restaurante por varias razones. El monto de la propina tradicionalmente se calcula con el 10 o 15 por ciento del total que se está pagando.
Si el servicio o los alimentos fueron buenos, puedes decidir dejar de forma independiente la propina a la persona que prestó el servicio de mesero o con cargo a tu cuenta. Si te invitan a comer: por convención, como acto de cortesía, se sugiere que cuando te inviten a comer, dejes una propina.
