La entrevista con Verónica Juárez
José Gaytán / El Tiempo de Piedras NegrasEn la elaboración de piñatas llevo más de 15 años
Verónica Juárez lleva más de 15 años dedicándose a la elaboración de piñatas, una actividad que ha sido clave para su sustento y el de su familia. En esta entrevista, nos cuenta cómo comenzó en este oficio, lo que más disfruta de su trabajo y sus planes a futuro.
¿Cómo iniciaste en el mundo de las piñatas? ¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a esta actividad? "Todo empezó hace más de 15 años. Yo trabajaba en una tienda que se dedicaba a la venta de piñatas y otros artículos para fiestas. Ahí fue donde empecé a aprender cómo se hacen las piñatas. Al principio, solo observaba y ayudaba en tareas pequeñas, pero con el tiempo me fui involucrando más y más hasta que aprendí a hacerlas por mi cuenta. Me di cuenta de que tenía talento para esto y, lo más importante, que disfrutaba mucho hacerlo. Cada piñata es un reto diferente, y me encanta que siempre haya algo nuevo que aprender. Además, es muy rentable. Este trabajo me ha permitido mantener a mi familia y, con el tiempo, crecer como persona y profesional. Los personajes van cambiando constantemente, por lo que debo estar siempre al día. Cada mes o año surgen nuevos personajes de películas, caricaturas o videojuegos que los niños quieren para sus fiestas. Por ejemplo, hace unos años, los personajes de Frozen eran muy populares, pero ahora me piden mucho de Mario Bros o Spider-Man. Para mantenerme competitiva, necesito aprender a hacer esos personajes lo más parecido posible. Esto requiere paciencia, creatividad y destreza manual. No solo se trata de pegar papel, también tengo que saber cómo darle forma, pintar las expresiones y estructurar la piñata para que sea resistente, pero fácil de romper. Los materiales básicos son papel periódico, engrudo, papel crepé y cartón, pero dependiendo del personaje, uso otros materiales como pintura, foamy o alambre. El diseño lo baso en imágenes del personaje que me piden. A veces, los clientes me traen fotos o me dicen cómo lo quieren, y luego hago un boceto mental."
¿Qué es lo que más disfrutas de este trabajo? "Lo que más disfruto es ver la cara de los niños y sus familias cuando ven la piñata terminada. Saber que formo parte de sus celebraciones y que mi trabajo les aporta un momento de alegría me hace muy feliz. Además, este trabajo me permite expresar mi creatividad de una forma que no podría con otros oficios. Aunque al principio lo hacía como un ingreso extra, hoy en día es mi principal fuente de sustento. He logrado mantener a mi familia y darle a mis hijos lo que necesitan gracias a este negocio. También me ha dado mucha satisfacción personal, porque he demostrado que puedo ser independiente y sacar adelante un proyecto con algo que me apasiona. Eso es muy gratificante. Para quienes están comenzando, les diría que tengan paciencia. No se rindan si al principio no les sale perfecto. Hacer piñatas es un proceso que se aprende con el tiempo y la práctica. Es importante ser creativo, experimentar con nuevos materiales y, sobre todo, disfrutar el proceso. Porque hacer piñatas, en verdad, es muy divertido.
¿Cuáles son tus planes para el futuro en este negocio? "Mis planes son seguir aprendiendo y creciendo. Tal vez abrir un taller más grande o incluso enseñar a otras personas a hacer piñatas. También quiero seguir experimentando con nuevos diseños y materiales para ofrecer algo diferente a mis clientes. Este año, por ejemplo, me ha ido muy bien con las piñatas temáticas de temporada, como las de Santa Claus y sus renos, que siempre son muy solicitadas en Navidad. No me quejo; he tenido bastante demanda y la gente me conoce por la calidad de mis piñatas. Ya hay quienes se están preparando para Pascua y me están pidiendo piñatas de la coneja o de zanahorias.
A pesar de eso, en el camino también vienen otras fechas importantes como el Día de San Valentín, cuando me piden piñatas en forma de corazones. Afortunadamente, tengo trabajo todo el año, con muchas personas solicitando mis piñatas para diversas celebraciones. Como te menciono, se requiere de mucha creatividad para pensar en nuevos modelos y diseños. Creo que este trabajo puede considerarse un arte. En cuanto a los precios, las piñatas rondan entre los 300 y 400 pesos, dependiendo del modelo. Las de renos, Santa Claus o las de estrella, que son muy demandadas en esta época, están entre esas cifras. Aunque este año tuve que aumentar un poco los precios debido a que los materiales como el papel China y otros insumos han subido de costo, lo cual parece que continuará en aumento".
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