Un estudio publicado en la revista Neurology ha revelado que la apnea del sueño, una condición en la que las personas tienen dificultades para respirar mientras duermen, puede provocar cambios en el cerebro.
Este trastorno, que incluye pausas respiratorias durante el sueño, puede llevar a un aumento en el volumen del hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y el pensamiento.
El estudio encontró que las personas con niveles bajos de oxígeno durante el sueño también presentaban alteraciones en áreas profundas del cerebro, como la materia blanca, lo cual está relacionado con el deterioro cerebral comúnmente asociado con el envejecimiento. La apnea obstructiva del sueño, que ocurre cuando una persona deja de respirar cinco o más veces por hora, puede reducir los niveles de oxígeno, afectando negativamente al cerebro.
El estudio incluyó a casi 3,000 personas que realizaron una prueba de sueño en casa para medir la frecuencia de las pausas respiratorias (apneas) y respiración superficial (hipopneas). Los participantes fueron clasificados en tres grupos según la cantidad de interrupciones del sueño: sin problemas, problemas leves y problemas moderados a graves.
Después de diez años de seguimiento, los investigadores midieron el volumen cerebral y las hiperintensidades de materia blanca mediante escáneres cerebrales. Los resultados mostraron que los problemas de sueño, especialmente aquellos asociados con niveles bajos de oxígeno, se relacionaron con un mayor volumen del hipocampo y un aumento en las áreas dañadas de la materia blanca.
Alberto R. Ramos, autor del estudio, subraya que estos hallazgos ponen de manifiesto las complejas relaciones entre la salud del sueño y el envejecimiento cerebral. Ramos enfatiza la importancia de realizar estudios más largos que sigan a las personas desde la mediana edad para comprender mejor cómo la apnea del sueño afecta al volumen cerebral y cómo los tratamientos tempranos podrían ser clave para prevenir el deterioro cognitivo y la demencia.