El realizador ya trabaja en "Un fantasma en la batalla", en donde será productor
Riviera Maya.— Luego del frenético camino que le ha significado "La sociedad de la nieve", el director español Juan Antonio Bayona sigue con el ojo en pasajes históricos, ahora sobre el fin del movimiento separatista ETA, a principios de este siglo.
La ETA (Euskadi Ta Askatasuna), como se le conoce, fue un grupo armado que durante cuatro décadas intentó separar al País Vasco de España, causando la muerte de más 800 personas y heridas a cientos, de acuerdo con la Fundación Víctimas del Terrorismo.
En 2011 el movimiento anunció el cese definitivo de la actividad armada y, siete años más tarde, la disolución total de la estructura.
Un fantasma en la batalla, proyecto dirigido por Agustín Díaz Yanes y producido por Bayona, comenzó su rodaje para Netflix.
“Es la historia de la desarticulación de la cúpula del movimiento separatista de los años 90 a los 2000. Es una historia interesante contada a través de los ojos de una topo, una mujer que se infiltró”, comenta brevemente Bayona.
El elenco está compuesto por Susana Abaitua, Ariadna Gil, Andrea Gertrudis, y Raúl Arévalo.
En la realidad, sí hubo una policía que logró filtrarse en ETA y su información fue clave para desmantelar a la organización y mostrar que la supuesta tregua del grupo de 1998, era una falacia, pues se estaban reorganizando.
Hasta ahora la producción no ha dicho si Un fantasma en batalla está basada en la vida de Aranzazu (nombre clave de la chica), quien llegó a ser adoctrinada y entrenada por la organización.
Acaba ciclo
El sábado pasado, prácticamente, Bayona dio por concluida la vida virtual de La sociedad de la nieve, tras obtener seis Premios Platino, la última gran ceremonia en la que estaba contemplado.
La historia está basada en el libro homónimo de Pablo Vierci, sobre la odisea de 16 sobrevivientes a un accidente aéreo.
En la edición 11 de los Platino, la producción ganó Película, Dirección e Interpretación masculina, con Enzo Vogrincic.
“Al finalizar cada película uno tiene un pequeño bajón, baja un poquito todo, es una experiencia intensa hacer una, pero con los años uno va asimilando que es parte del proceso en el que hay que aprender a soltar, así que tengo ganas también de terminar todo esto y volver a otro reto”, comenta.
“Ya me gustaría tener vacaciones, pero estoy todo el rato leyendo guiones, empezamos a producir esta semana Un fantasma en la batalla y estamos acabando el montaje de otra película en Argentina: Vieja loca, una ópera prima”.
