Se registró durante las primeras horas del día.
Autoridades y cuerpos de rescate recibieron una alerta sobre la presencia de personas en un islote del Río Grande.
Con prontitud, los Agentes del Grupo Beta se desplazaron al lugar en una lancha de rescate acuático, descubriendo a tres ciudadanos mexicanos varados y en situación precaria.
Asistencia. La vulnerabilidad de estos migrantes se acentuó ante las bajas temperaturas, por lo que se les brindó asistencia con sábanas térmicas y cobijas para resguardarse del frío implacable.
La operación de rescate no solo incluyó el traslado seguro de los migrantes a tierra firme, sino que contó con el apoyo crucial de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la policía municipal. La colaboración permitió llevar a los migrantes a las instalaciones de Protección Civil del municipio de Jiménez, donde se les ofreció atención médica y resguardo.
Origen. En una segunda, los agentes del Grupo Beta ubicaron a un migrante de origen ecuatoriano en las cercanías del Puente Internacional 1. Este individuo, enfrentando condiciones aún más adversas, presentaba síntomas de hipotermia tras pasar varias horas en las gélidas aguas del Río Bravo.
La intervención fue urgente y precisa, cubriendo al migrante con sábanas térmicas y cobijas para contrarrestar el impacto del frío. Al llegar a la orilla, se contó con el respaldo coordinado de elementos de la Sedena y una ambulancia de la Cruz Roja. El migrante en estado crítico fue trasladado al Hospital General Salvador Chavarría, donde recibió atención médica especializada para recuperarse de la hipotermia.
Estas operaciones resaltan los desafíos y riesgos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de mejores condiciones de vida, subrayando la importancia de la acción coordinada entre diversas autoridades para garantizar la seguridad y protección de aquellos que se aventuran en travesías peligrosas en busca de un futuro mejor. La valentía de los agentes del Grupo Beta destaca en este contexto.
