Las 18 familias que vivían la unidad habitacional Tepozanes, donde se registró una explosión el 31 de enero y en la que murió una persona y varias más resultaron heridas, ya no regresaron porque su vivienda es inhabitable.
Las autoridades informaron a los propietarios que los daños en el inmueble son considerables, por lo que ya no los pueden habitar otra vez. Los departamentos están vacíos, sin sus ocupantes ni sus muebles.