Alrededor de mil bomberos se han desplegado para sofocar las llamas.
Alrededor de una decena de propiedades han quedado destruidas por los incendios forestales, algunos todavía fuera de control, que azotan el estado suroriental de Victoria y que obligado a evacuar a unas 2 mil personas, informan este viernes las autoridades.
Más de 1 mil bomberos, apoyados por un centenar de vehículos y una veintena de aeronaves, combaten desde ayer decenas de fuegos en una región rural a más de 150 kilómetros al noroeste de Melbourne, capital regional.
Las autoridades mantienen una orden de desalojo para cuatro pequeñas poblaciones, como Bayindeen o Elmhurst, publica el organismo Emergencia Victoria.
"Hay un incendio forestal en Bayindeen que aún no está bajo control. El incendio forestal avanza en dirección noreste y se dirige hacia Elmhurst y sus alrededores. Salir inmediatamente es la opción más segura, antes de que las condiciones se vuelvan demasiado peligrosas", apunta el ente oficial.
Hasta ahora, las llamas han arrasado alrededor de 10 mil hectáreas de bosque y tierras agrícolas. Alrededor de mil bomberos se han desplegado para sofocar el incendio.
Jason Hefferman, responsable de los bomberos, a la cadena televisiva ABC indicó que "estarán respaldados por aviones cisterna (...) Estamos echando todo lo que podemos".
Desde el jueves, más de 2 mil personas se encuentran alojadas en centros de desplazados temporales, mientras que las autoridades advierten de que de momento no es seguro regresar a sus casas.
"Dada la naturaleza activa del incendio y la dificultad sobre el terreno, llevará algún tiempo evaluar el alcance total de los daños", apuntó durante una rueda de prensa la gobernadora de Victoria, Jacinta Allan.
Los fuegos, alimentados por los fuertes vientos que registra la región, se producen después de que las autoridades de Victoria advirtieran el miércoles del peligro de incendios forestales a raíz de las altas temperaturas previstas para esta semana.
"Desafortunadamente, esos vientos no disminuyeron tanto como pensábamos", señaló hoy el Jason Heffernan, jefe del departamento de bomberos del estado de Victoria, durante la comparecencia junto a la líder regional.
La temporada de incendios en Australia, uno de los países más vulnerables a la crisis climática, varía según la zona y las condiciones meteorológicas, aunque generalmente se registran en el verano austral, entre los meses de diciembre y marzo.
Entre 2019 y 2020, durante el bautizado como "Verano Negro", al menos 33 personas perdieron la vida por los incendios que asolaron gran parte de Victoria y Nueva Gales del Sur que afectó a unos 3 mil millones de animales, calcinó unas 3 mil viviendas y quemó unos 180 mil kilómetros cuadrados de terreno.
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