El gusano Thelazia se transmite a través de moscas que se parecen mucho a las moscas domésticas, pero que prefieren alimentarse de fluidos corporales de animales, especialmente lágrimas. Las larvas del gusano del ojo utilizan a estas moscas como vehículo para su desarrollo. Se desarrollan dentro de la mosca, pasan a su boca y luego llegan a los ojos de un mamífero. Allí, maduran, se reproducen y liberan nuevas larvas, comenzando el ciclo de vida nuevamente.
Conocemos tres especies de Thelazia que pueden infectar a los seres humanos. La T. callipaeda es la más común de estas infecciones. Aunque anteriormente se había confirmado su presencia principalmente en Europa y Asia, en 2019 se reportó el primer caso de T. callipaeda en Estados Unidos, en un perro en Nueva York. Desde entonces, ha habido más casos en perros y gatos, principalmente en el noreste del país.
Un reciente informe, publicado el miércoles en el Journal of Emerging Infectious Diseases, detalló un nuevo caso. En noviembre de 2023, se encontró esta infección en un oso negro muerto en el condado de Monroe, Pensilvania. Durante la preparación del oso para su embalsamamiento, se observaron numerosos nematodos (gusanos) detrás de uno de sus terceros párpados. Los gusanos fueron examinados y enviados para su investigación, identificándose como T. callipaeda, con nueve hembras y cuatro machos.
Las pruebas genéticas mostraron que estos gusanos tienen parentesco con los encontrados en casos recientes en América del Norte y cierta relación con los de Europa. Además, se identificaron dos osos adicionales en la misma área que también tenían gusanos del ojo, aunque no fueron recolectados para estudio.
Estos hallazgos sugieren que T. callipaeda ha pasado de las mascotas a los animales salvajes en América del Norte, lo cual es preocupante debido a la amplia distribución de los osos negros en el continente.