El gobierno de Estados Unidos ha ordenado realizar pruebas en la leche cruda de las granjas lecheras y procesadoras en seis estados para monitorear la propagación del virus de la gripe aviar, Tipo A H5N1, que fue detectado en vacas lecheras en marzo de 2024. Las pruebas, que comenzaron el 16 de diciembre, buscan contener y eventualmente eliminar el virus, que ha infectado más de 700 hatos en 15 estados.
Aunque el riesgo para las personas sigue siendo bajo debido a que la pasteurización mata el virus, las pruebas en la leche cruda, especialmente en granjas lecheras y en el proceso de pasteurización, son fundamentales para el control y rastreo de la enfermedad. Los funcionarios del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) han indicado que esta medida busca dar más confianza a los agricultores y trabajadores del sector lechero en cuanto a la salubridad de sus animales y la capacidad para prevenir la propagación del virus.
A pesar de la resistencia inicial de los productores de lácteos debido a las preocupaciones económicas, el sector ha comenzado a apoyar estos esfuerzos. Además, se requiere que los productores de leche cruda proporcionen muestras para las pruebas diagnósticas y notifiquen cualquier caso positivo al USDA para permitir el rastreo de la enfermedad.
Aunque la gripe aviar ha sido un problema serio, especialmente para los trabajadores agrícolas, el consumo de leche pasteurizada sigue siendo seguro, ya que elimina cualquier posible rastro del virus. Sin embargo, el riesgo se mantiene en la leche cruda, lo que justifica estas pruebas y medidas preventivas.
En cuanto a la propagación de la gripe aviar, ha afectado no solo a las vacas lecheras, sino también a aves silvestres y otros animales, lo que ha llevado a los funcionarios a recomendar no consumir leche sin pasteurizar. Además, en California, una granja fue puesta en cuarentena después de que se detectara el virus en leche cruda distribuida en tiendas, lo que llevó a un retiro voluntario de productos.