Gerard Moreno, quien no jugaba desde agosto, fue clave en la remontada del Villarreal en su empate 2-2 contra Osasuna, un resultado que mantiene a los amarillos en puestos de Champions.
El delantero catalán ingresó en la segunda mitad y, con su gol de penalti en el último minuto, rescató un punto para su equipo y anuló el doblete de Budimir, quien había puesto a Osasuna por delante con dos goles en 25 minutos.
El partido estuvo marcado por decisiones arbitrales polémicas que desquiciaron al Villarreal. El árbitro Munuera y el VAR, con Del Cerro a cargo desde la televisión, tomaron decisiones inconsistentes. Budimir abrió el marcador tras un centro de Rubén García, aprovechando la desorganización defensiva del Villarreal. El delantero croata volvió a marcar rápidamente, esta vez de penalti, tras un leve contacto con Raúl Albiol, que fue revisado por el VAR y transformado en el octavo gol de Budimir en la temporada.
Sin embargo, la polémica no acabó ahí. En el primer tiempo, hubo un posible penalti no sancionado a favor de Osasuna por una caída en el área de Barry, que no fue revisado ni mostrado por televisión. Además, un rebote en la espalda de Dani Parejo sí fue señalado como penalti, pero tras revisión, el VAR corrigió al árbitro.
El Villarreal no encontraba su ritmo, y su defensa seguía mostrando debilidades, mientras que Osasuna dominaba el juego. Sin embargo, todo cambió con la entrada de Gerard Moreno. El delantero fue el motor del ataque amarillo, y tras una gran jugada colectiva, asistió a Baena para el 2-1. El Villarreal se adueñó del control del partido, y tras varias oportunidades fallidas, llegó el empate en el último minuto: un claro penalti cometido sobre Logan Costa fue convertido por Gerard Moreno, quien selló el 2-2 y le dio vida a su equipo en la lucha por los puestos de la Champions.