Las autoridades de Oregón, Estados Unidos, han notificado la presencia de un caso de peste bubónica, una enfermedad que no se detectaba en la región desde 2015. El paciente en cuestión, presumiblemente contagiado por su propio gato, ha desencadenado una serie de medidas preventivas, incluyendo el tratamiento de contactos cercanos.
La peste bubónica, considerada una enfermedad rara, pero es considerada de suma gravedad y puede resultar mortal si no se trata adecuadamente.
La peste bubónica causada por la bacteria Yersinia pestis, provoca la hinchazón de los ganglios linfáticos, conocidos como bubones. Estos pueden aparecer en las axilas, ingle o cuello y varían en tamaño de menos de un centímetro hasta 10 centímetros. La denominación "bubónica" se refiere precisamente a esta característica distintiva.
Síntomas de la peste bubónica y urgencia de tratamiento
Los síntomas de la peste bubónica incluyen fiebre alta repentina, escalofríos, dolor de cabeza, cansancio, malestar general, debilidad, dolor muscular y, en casos raros, llagas en la piel. Estos síntomas se manifiestan de manera abrupta, generalmente de 2 a 6 días después de la exposición a la bacteria.
La urgencia en el tratamiento es crítica, ya que sin intervención médica oportuna, la tasa de mortalidad puede alcanzar el 50%. El tratamiento contra la peste bubónica son antibióticos como estreptomicina, gentamicina, doxiciclina o ciprofloxacina, junto con oxígeno, líquidos intravenosos y asistencia respiratoria según sea necesario.
La peste bubónica no solo es una preocupación médica, sino que también ha sido catalogada como un arma biológica potencial. El gobierno de Estados Unidos ha desarrollado planes y tratamientos específicos en caso de que la enfermedad sea utilizada con fines maliciosos.
