Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet Public Health se ha propuesto descifrar una paradoja: las mujeres viven más años que los hombres, a pesar de sufrir un mayor número de enfermedades no mortales.
Los investigadores analizaron datos del estudio "Carga Mundial de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo" para comprender las diferencias en la salud entre ambos sexos.
Los resultados revelan que las disparidades en la salud entre hombres y mujeres comienzan a manifestarse a una edad temprana, coincidiendo con la pubertad y la socialización de género. Esta etapa crucial marca el inicio de una serie de diferencias biológicas y de comportamiento que influyen en la salud a lo largo de la vida.
Enfermedades crónicas: Un campo de batalla desigual
Las mujeres experimentan una mayor prevalencia de enfermedades crónicas como la artritis, la osteoporosis y las enfermedades autoinmunes, mientras que los hombres son más propensos a padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias y accidentes de tránsito.
Ante este panorama, los autores del estudio hacen un llamado urgente a las autoridades sanitarias para adoptar un enfoque de ciclo vital en la planificación estratégica de salud.
Este enfoque implica el diseño e implementación de intervenciones tempranas y personalizadas que consideren las necesidades específicas de salud de hombres y mujeres a lo largo de su vida.
Al comprender las complejas raíces de las disparidades en salud y adoptar un enfoque preventivo y proactivo, podemos avanzar hacia un futuro donde hombres y mujeres tengan la misma oportunidad de vivir vidas largas y saludables
Se necesitan más investigaciones para comprender los mecanismos biológicos y sociales que subyacen a las disparidades en salud entre hombres y mujeres.
La promoción de estilos de vida saludables, el acceso equitativo a la atención médica y la educación sobre salud son fundamentales para cerrar la brecha de género en salud.
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