Un estudio reciente indica que las benzodiazepinas no parecen aumentar el riesgo de demencia, aunque podrían tener efectos sutiles a largo plazo en la estructura cerebral.
Investigadores que analizaron a más de 5,400 adultos en los Países Bajos no hallaron un vínculo entre el uso de benzodiazepinas y un mayor riesgo de demencia, según los resultados publicados en la edición del 2 de julio de la revista BMC Medicine. Estos hallazgos contradicen dos metaanálisis previos que habían señalado un aumento en el riesgo de demencia asociado con el uso de estos sedantes.
No obstante, resonancias magnéticas cerebrales realizadas a más de 4,800 participantes mostraron que el uso de benzodiazepinas está relacionado con un encogimiento acelerado de ciertas áreas del cerebro. El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Frank Wolters del Centro Médico Erasmus en los Países Bajos, concluyó que estos resultados apoyan las directrices actuales que desaconsejan la prescripción prolongada de benzodiazepinas. "Se requiere más investigación para evaluar los efectos potenciales del uso de benzodiazepinas en la salud cerebral", añadieron los investigadores.
Las benzodiazepinas, que fomentan la liberación de un neurotransmisor que reduce la actividad del sistema nervioso, se utilizan como sedantes o para tratar la ansiedad, el insomnio y las convulsiones. El análisis de registros médicos entre 2005 y 2020 y registros farmacéuticos entre 1991 y 2008 no reveló ninguna asociación entre las benzodiazepinas y un mayor riesgo de demencia, independientemente de la cantidad total consumida.
El estudio tampoco encontró un vínculo entre el riesgo de demencia y tipos específicos de benzodiazepinas o la duración de las dosis. Sin embargo, el uso de benzodiazepinas se asoció con una reducción acelerada en el volumen del hipocampo y la amígdala, áreas cerebrales clave para la memoria y la regulación emocional.
Algunos tipos de benzodiazepinas también se relacionaron con cambios en el tamaño de la materia blanca, que facilita la transmisión de señales nerviosas entre regiones cerebrales. Las benzodiazepinas ansiolíticas, recetadas para la ansiedad, mostraron una menor contracción de la materia blanca, mientras que las benzodiazepinas sedantes-hipnóticas, usadas para problemas de sueño, provocaron una reducción más rápida en el volumen de la materia blanca.