Un estudio reciente ha encontrado que la enfermedad del hígado graso podría contribuir a patrones de sueño fragmentados en los pacientes, lo que les priva de un descanso adecuado. Los investigadores descubrieron que las personas con esta condición se despertaban más frecuentemente durante la noche y permanecían despiertas por más tiempo, dificultando el regreso al sueño. Además, estas personas también reportaron dificultades para conciliar el sueño.
La enfermedad del hígado graso, también conocida como enfermedad hepática esteatótica asociada a la disfunción metabólica (MASLD), se produce cuando hay acumulación de grasa en el hígado, a menudo relacionada con la obesidad o la diabetes tipo 2. Afecta a alrededor del 30% de los adultos, y se espera que esta cifra aumente al 55% para 2040.
El estudio, que involucró a 46 adultos con enfermedad del hígado graso y 16 voluntarios sanos, utilizó monitores de muñeca para obtener datos objetivos sobre los patrones de sueño. Aunque los pacientes con enfermedad del hígado graso durmieron la misma cantidad de horas que los voluntarios sanos, se despertaron un 55% más por la noche y permanecieron despiertos un 113% más de tiempo. También informaron más trastornos del sueño relacionados con el estrés.
A pesar de haber recibido consejos sobre higiene del sueño, los pacientes no experimentaron mejoras significativas, lo que sugiere que se necesitan intervenciones más profundas, como la terapia de luz o asesoramiento continuo, para mejorar el ciclo de sueño en estos pacientes.
El estudio, publicado en Frontiers in Network Physiology, no pudo determinar si la enfermedad del hígado graso causa problemas de sueño o si los trastornos del sueño empeoran la enfermedad, pero sugirió que factores como la genética, el ambiente y la obesidad podrían estar involucrados en este vínculo.