Aunque Estados Unidos ha logrado avances importantes en la reducción del tabaquismo y la exposición al humo de segunda mano, un informe reciente del cirujano general de EE. UU. señala que las disparidades en el consumo de tabaco persisten de manera significativa, afectando a diferentes grupos de población de manera desigual.
A pesar de la disminución general del tabaquismo, las tasas siguen siendo altas entre ciertos grupos, como personas de bajos ingresos, aquellos con menor nivel educativo, trabajadores manuales, y comunidades rurales, del Medio Oeste o del Sur. Además, el tabaquismo sigue siendo prevalente entre personas con condiciones de salud mental, trastornos por consumo de sustancias, y ciertas poblaciones raciales y étnicas, como los nativos americanos y nativos de Alaska.
El informe también destaca que las muertes por exposición al humo de segunda mano han disminuido en general, pero las tasas siguen siendo elevadas entre los no fumadores en comunidades negras, niños, y personas con menos educación y menores ingresos. La magnitud de estas disparidades ha aumentado desde el año 2000.
Varios factores contribuyen a estas desigualdades, como el racismo, la pobreza, el lugar de residencia, el nivel de ingresos y el acceso a la atención médica. Además, el marketing de la industria tabacalera, especialmente en comunidades con grandes poblaciones de personas negras e hispanas, y la comercialización de productos saborizados como los cigarrillos mentolados, dificultan aún más los esfuerzos para reducir el consumo.
El informe insta a los legisladores a tomar medidas para reducir estas disparidades, incluyendo la restricción de la venta de productos de tabaco con sabor, el aumento de los costos de los productos de tabaco, la implementación de políticas libres de humo y el fortalecimiento de los recursos para dejar de fumar. También señala la necesidad de un enfoque equitativo en las estrategias para reducir tanto el consumo de tabaco como la exposición al humo de segunda mano.
Las autoridades de salud, como el cirujano general Vivek Murthy, enfatizan que es crucial acelerar los esfuerzos para erradicar los daños causados por el tabaco, mientras que activistas como Yolonda Richardson, presidenta de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, critican la industria tabacalera por su comercialización dirigida a comunidades vulnerables, y piden a la FDA que actúe con firmeza contra los productos de tabaco saborizados, en especial los cigarrillos mentolados.
Este informe subraya la urgencia de actuar a nivel gubernamental para reducir las disparidades en el consumo de tabaco y proteger a las comunidades más afectadas por sus consecuencias.