Todo niño o niña recuperado por la Patrulla Fronteriza es trasladado a un Centro de Procesamiento y luego a albergues bajo custodia del Gobierno Federal, donde se espera su entrega a familiares.
Mamá: Verónica Magdalena Díaz Gómez. Ciudad: Los Ángeles, California. Código Postal 90003", este es el mensaje en una hoja de papel blanco que portaba uno de los cuatro menores abandonados a la orilla del Río Bravo, en la frontera de Texas con Coahuila, recientemente.
Otros niños y niñas llevan números de teléfono en tenis, algunas actas de nacimiento, otros la súplica para encontrar a sus familias en los Estados Unidos, todos con caritas de tristeza por no saber que les depara el destino, algunos temerosos por lo que han vivido desde que salieron de sus países.
Peligros. "Se está volviendo común que los padres pongan a sus hijos en manos de contrabandistas. Cómo los mandan solos a otros países cuando hay muchos peligros como los carteles", lamenta el sargento González del Departamento de Seguridad Pública de Texas. El Departamento de Salud de Servicios Humanos de Texas argumenta que salen de sus países donde la violencia y pobreza alcanzan niveles inhumanos. Y las familias de los menores deciden ignorar los riesgos pensando en una mejor calidad de vida.
Cifras abrumadoras. La Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) reveló que 140,000 migrantes menores no acompañados ingresaron a los Estados Unidos durante el año fiscal 2023 que abarca hasta septiembre.
En sus estadísticas destacan que un promedio de 11,500 menores ingresaron mensualmente. Y la tendencia parece no disminuir porque desde octubre de 2024, cuando comenzó el nuevo período fiscal, se han rescatado a 11,592 menores abandonados.
Pero, ¿a dónde van? La Patrulla Fronteriza los lleva a sus Centros de Proceso, luego son entregados a albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno de los Estados Unidos, hasta que son entregados a sus familiares o patrocinadores en el país.
Agencias. Los defensores de los niños migrantes llaman a la nueva norma un paso crítico para la seguridad y bienestar de los menores, porque no se da un seguimiento verdadero a cada menor para comprobar que consiguieron una mejor vida que en su país. Las agencias aseguran que en más del 80 por ciento de los casos de menores no acompañados tienen un familiar en los Estados Unidos, en casi la mitad de esos casos, ese miembro de la familia es un padre o tutor legal.
Una luz al final del túnel. En el reasentamiento de los menores participan grupos comunitarios y religiosos que reclutan a familias para dar acogida a estos menores. Son familias que participan activamente con las Iglesias y tienen presencia en la comunidad. "Es gente de buen corazón que cree en la palabra de Dios y en sus enseñanzas como todos somos hijos de Dios o amarás a tu prójimo", indica Matías S. Jaimes, responsable de uno de los grupos.
Refugios Temporales. Cada vez son más los menores abandonados en el Río Bravo, lo que obligó a la Administración del presidente Biden a adaptar varios refugios temporales. Mónica Farías, quien dirige el programa de Menores Refugiados No Acompañados de las organizaciones católicas de la Arquidiócesis de Miami, dice que es impresionante la cantidad de niños que están viniendo en estas condiciones y que redobla la búsqueda de un hogar confortable. "Nunca vamos a ser como sus padres. Gracias a Dios vivimos en un país donde las cosas pueden ser más fáciles", dice Carlos Zubizarreta, que fue niño en custodia temporal hace 50 años.
Con derecho a asilo. Los niños migrantes no acompañados que tratan de ingresar a la Unión Americana solos, no se les denegará su oportunidad de solicitar asilo, de acuerdo a una nueva directriz anunciada por las autoridades de salud desde 2022. Se les permite que sean dejados bajo responsabilidad de patrocinadores, que pueden ser familiares. Por ello, el incremento en el número de menores abandonados en los últimos meses. Las cartas de los niños y niñas son entristecedoras, los mensajes y sus rostros pegan fuerte a cualquier persona de buen corazón. Pero hay otros que desgarran. En Arizona, un padre de familia sucumbió al desierto luego de una larga caminata. Su cuerpo fue localizado por agentes de la Patrulla Fronteriza, en un lugar inhóspito, como queriendo esconderse. En su maleta encontraron unas cartas escritas a mano de sus hijos.
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