El 27 de julio se celebra el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, una fecha clave para sensibilizar sobre una enfermedad que afecta a miles de personas en todo el mundo.
En México, la situación es alarmante: en 2022 se reportaron casi 4,000 nuevos casos de este tipo de cáncer, destacando la necesidad urgente de esfuerzos mayores en prevención, detección temprana y tratamiento.
Los cánceres de cabeza y cuello pueden desarrollarse en varias áreas, incluyendo los labios, cavidad bucal, laringe, glándulas salivales, orofaringe, nasofaringe e hipofaringe. Estas neoplasias malignas generalmente se originan en las células escamosas que recubren las superficies mucosas de estas regiones.
Dependiendo de la zona afectada, los síntomas pueden variar considerablemente, lo que hace que la detección temprana sea un desafío.
En 2022, se registraron 1,963 muertes en México debido a cánceres de cabeza y cuello. El cáncer de laringe fue el más letal, con 726 decesos, seguido por el cáncer de labios y cavidad bucal con 655 fallecimientos. Estos datos reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de campañas de concienciación y detección más efectivas.
Síntomas y señales de alerta
Reconocer los síntomas tempranos es crucial para mejorar las tasas de supervivencia. Los signos varían según la ubicación del cáncer:
- Cavidad oral: Mancha blanca o roja en la encía, lengua o mucosa de la boca.
- Faringe: Dolor al tragar, en el cuello o la garganta.
- Laringe: Dificultad para respirar o hablar.
- Boca y garganta: Bulto en el cuello, úlceras, tos con sangre, ronquera o dientes flojos.
- Senos paranasales y cavidad nasal: Congestión e infección crónica.
- Nariz: Sangrados, congestión nasal.
- Glándulas salivales: Hinchazón debajo del mentón o alrededor del maxilar.
Otros síntomas pueden incluir llagas en la piel de la cara, cuello o labios, dolor de oído y pérdida de peso involuntaria. La variedad y ambigüedad de estos síntomas subrayan la importancia de la vigilancia y el chequeo médico regular.
Existen varios factores de riesgo asociados con los cánceres de cabeza y cuello, destacando el tabaquismo y el consumo de alcohol. Además, la exposición al Virus del Papiloma Humano (VPH) y a los rayos ultravioleta (UV) también aumenta el riesgo. Es notable que estos cánceres afectan con mayor frecuencia a los hombres, siendo dos veces más comunes en ellos que en las mujeres, y tienen una mayor incidencia en personas mayores de 50 años.