Una de las repercusiones de la pandemia de COVID-19 ha sido un aumento en los casos de diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2, aunque las razones de esta conexión aún no están claras.
Un estudio publicado en JAMA Network revela que los jóvenes de 10 a 19 años diagnosticados con COVID-19 tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 dentro de los seis meses posteriores a la infección, en comparación con aquellos que sufrieron otras infecciones respiratorias.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve (EE. UU.) analizaron datos de 613,602 pacientes pediátricos en este grupo de edad, dividiéndolos en dos cohortes: 306,801 diagnosticados con COVID-19 y 306,801 con otras infecciones respiratorias. La investigación evaluó la incidencia de nuevos diagnósticos de diabetes tipo 2 a uno, tres y seis meses tras la infección respiratoria inicial.
Los resultados indicaron que el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 tras el COVID-19 era considerablemente más elevado que en aquellos con otras infecciones respiratorias.
El estudio concluye que la infección por SARS-CoV-2 se asocia con un incremento en los diagnósticos de diabetes tipo 2 en niños, en comparación con otros tipos de infecciones respiratorias. Sin embargo, los autores señalan que, aunque el COVID-19 podría parecer una causa inusual de diabetes tipo 2, aún no se comprende del todo qué desencadena la enfermedad. Esta suele relacionarse con factores como el sobrepeso, la inactividad física, el consumo de alimentos procesados o antecedentes familiares, sugiriendo que hay una influencia tanto ambiental como posiblemente genética.
Además, mencionan que, dado que se trata de un análisis retrospectivo, solo se pueden establecer correlaciones pasadas entre el COVID-19 y los casos estudiados, sin poder identificar una relación causal. Por lo tanto, concluyen que se requerirán investigaciones adicionales para aclarar si el COVID-19 afecta directamente a los sistemas relacionados con la detección de glucosa, la regulación de la insulina en el cerebro, la producción de insulina en el páncreas o la capacidad de las células para unirse a la insulina.